El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, aseguró ayer que si la ley se lo permite modificará los siete años de contrato que aprobó el pasado año la corporación con los organizadores del Low Festival en pleno. Una decisión a la que el grupo popular se opuso, ya que consideraba que era una manera de «hipotecar a los futuros equipos de gobierno con un gasto que no sabemos si todos los años se podrá asumir», dijo Toni Pérez en su momento.

Preguntado ayer por los medios de comunicación a este respecto, el primer edil dudó que sea una parte del acuerdo con los promotores que se pueda cambiar, al haber contado con el «ok» del pleno, pero «estamos a expensas de informes jurídicos que nos digan la fórmula más adecuada para modificar este tipo de contratos», aclaró. Pérez ve necesarios «análisis serios y jurídicos» que les informen de en qué situación está el Consistorio en relación a ese tipo de relaciones contractuales con empresas como la que lleva a cabo este festival de referencia nacional de la música indie.

«Son los técnicos los que deben de decirnos si se puede cambiar o no lo de los siete años (quedarían seis, al haberse celebrado una edición desde su aprobación). No tengo ningún reparo en que si eso es modificable, se haría a cambio de algún tipo de contraprestación por parte de este Consistorio. Lo que no queremos es imponer ningún tipo de variación que suponga obligaciones económicas a nuestra ciudadanía, ya que, a día de hoy, la ley ampara a esta mercantil», detalló el alcalde de Benidorm.

Toni Pérez explicó que ellos asumen la responsabilidad de la revisión de este tipo de actuaciones, «pero lo que no podemos asumir es si estas decisiones, que se tomaron en el pasado, están bien o mal», recalcó.

El regidor adelantó, no obstante, que ya han mantenido una reunión con los organizadores del Low «y existe una predisposición por alcanzar puntos de encuentro para aminorar aspectos como el daño que se pueda ocasionar en las pistas del polideportivo de Foietes, lugar donde se celebra el evento».

También reseñó que quieren negociar con los empresarios aspectos de la celebración de cara a mejorarlos. Sobre todo, los que afectan a la ciudadanía y a los turistas que viajan a Benidorm para disfrutar de este gran encuentro musical. «Queremos que se revisen matices que tienen que ver con la desinstalación, la instalación, los accesos, etcétera. En definitiva, los márgenes en los que nos permite la política entrar en la celebración de un evento de estas características. Y en este caso, la política queremos que entre», aseveró.