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La Vila Joiosa

El Vilamuseu lleva tres meses inaugurado sin ninguna exposición

Un problema en el aire acondicionado bloquea la posibilidad de comenzar a programar

El Vilamuseu lleva tres meses inaugurado sin ninguna exposición

El pasado 24 de marzo se inauguró por todo lo alto el nuevo museo de La Vila Joiosa (Vilamuseu). La consellera de Cultura en ese momento, María José Catalá, el exvicepresidente del Consell, José Císcar, y la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, no quisieron perderse la foto de apertura de la mayor inversión en materia de museos de la Generalitat en esta última legislatura.

El Vilamuseu se presentó vacío, sin ninguna exposición que ver, y casi tres meses después la situación se mantiene. Un problema con el sonido que produce uno de sus aparatos de aire no permite arrancar con su programación, debido a que, de momento, tiene que permanecer apagado al sobrepasar los límites de ruido que marca la ley. El pasado 17 de abril, fuentes técnicas vinculadas al centro expositivo explicaban a este diario que la solución pasaba por instalar unos filtros y unas pantallas que redireccionaran el sonido, ya que molesta a muchos vecinos de los bloques que lindan alrededor.

A día de hoy, según confirmaron ayer fuentes ligadas al Vilamuseu, están esperando a que una empresa especializada fabrique un sistema que reduzca los niveles sonoros. Este proceso, tal y como indican, se demoraría como poco un mes, y no pueden asegurar que se comience a exponer durante el verano, «porque nos podemos meter en agosto y en esas fechas no nos podemos comprometer a arrancar. El objetivo es cuanto antes».

Las mismas fuentes reseñan que el proceso no ha sido sencillo. «Primero le tienes que trasladar el problema al director de obra y él te remite a una empresa especializada para solventarlo. Dicha mercantil te presenta un presupuesto y siempre hay matizaciones que hacer sobre el mismo. Cuando abres un edificio así suelen surgir correcciones de este tipo, es algo habitual», argumentan desde el museo vilero.

Los aparatos de aire acondicionado están ubicados en el exterior del edificio, en una zona que da a un patio de vecinos. «El problema es que uno de ellos, por su localización, genera una especie de efecto embudo que duplica el ruido y afecta, sobre todo, a un vecino que tiene el balcón al lado», determinan las fuentes antes citadas.

Por su parte, la nueva concejal de Cultura, María Ángeles Gualde, no quiso entrar a criticar el hecho de que el anterior equipo de gobierno decidiera inaugurar el museo sin todos los aspectos técnicos solucionados. «Si mis antecesores en esta área consideraron que la mejor estrategia era dar a conocer primero el edificio, la respeto», subraya, a la vez que manifiesta que ayer mismo se reunió con Antonio Espinosa, arqueólogo municipal, para conocer la situación.

De momento, en el museo sólo ofrecen al público el taller del Bou Ferrer, donde los buceadores que bajan al pecio visitan una zona en la que se analizan piezas que se han encontrado en este yacimiento subacuático.

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