Dos décadas después, el Partido Socialista (PSOE) ha recuperado en solitario la alcaldía en La Vila Joiosa. Andreu Verdú, candidato de esta formación, se proclamaba ayer como primer edil con los seis votos favorables de su grupo y tres de la sección local de Ciudadanos (C's). El Partido Popular (PP) recibió 6 y Esquerra Unida 1. C's y Compromís no presentaron a sus representantes como alcalde. Este marco les otorgaba a los socialistas la gobernabilidad en minoría.

Una minoría que reseñó de una manera tanto agresiva el alcalde saliente, Jaime Lloret, durante su discurso. Una alocución del popular que chirrió con respecto a las que realizaron sus compañeros del resto de partidos electos, en las que no se dejaban de repetir palabras como colaboración, entendimiento o diálogo. Y es que el líder del PP, aunque comenzó durante los cinco primeros minutos de su intervención con un talante conciliador, lanzó hacia el nuevo equipo de gobierno dos amenazas veladas sobre una futura moción de censura «si el rumbo del Ayuntamiento con esta nueva gestión no va por dónde nosotros consideramos que tiene que ir», señaló.

También recordó que cuentan con una mayoría «endeble» y que entre el PSOE y su partido sólo hay una diferencia de 107 votos. «En el caso de que lo consideremos necesario, utilizaremos métodos democráticos para encauzar de nuevo este Consistorio», matizó Lloret, que no negó después a este diario que entre esos «métodos» a los que aludía se podría contemplar una moción de censura a través de un pacto de centro-derecha con C's y Gent per La Vila. Cabe recordar que el regidor saliente ocupó hace más de siete años el sillón del alcalde con una moción de censura. Lloret recibió algunos abucheos del respetable cuando enumeró alguno de los logros de su partido en La Vila, al entenderlo como un gesto de campaña.

Sin intención, «por ahora»

Valentín Alcalá, portavoz del grupo vilero de C's, en el que militan exmiembros del PP, afirmó que, para ellos, la herramienta de la moción de censura «no queremos que sea una espada de Damocles que esté encima de los nuevos gestores». Restó importancia al hecho de haber dado su apoyo al PSOE con el voto. «Sólo ha sido para transmitirles un sentimiento de confianza», dijo, a la vez que manifestó que «muy mal tendrían que hacer las cosas para que esta herramienta de la moción de censura al menos les comentaramos que podríamos utilizarla. Por ahora, la descartamos».

Por su parte, Pedro Alemany, de Gent Per La Vila, aseveró que le parecieron muy desafortunadas la palabras de excompañero de formación, Jaime Lloret, «que entran en un principio de amenaza», reiteró. Su grupo, dijo, «no está dispuesto a entrar en polémicas ahora de mociones de censura ni nada parecido. No es el momento de hablar de eso». Alemany determinó que, con la abstención, «le hemos dado nuestra confianza al equipo socialista, veremos cómo gestiona y a partir de ahí ya estudiaremos lo que hacer».

Participación y nuevos modelos

El nuevo alcalde, Andreu Verdú, aseguró no sentirse amenazado por las palabras de Jaime Lloret. Verdú, durante su discurso, apostó por una nueva manera de hacer política con tanta diversidad de opciones ideológicas en la corporación. Destacó que buscará más fórmulas de participación ciudadana y tratará de dar un giro a modelos económicos como el turístico, el comercial, el de la agricultura y la pesca.

También sostuvo que harán presión en Generalitat para que los escolares del municipio dejen de estudiar en barracones.