El líder de Compromís, Jaume Llinares, ya es alcalde de Altea. Al mediodía de ayer fue investido como tal con los seis votos de su formación, los cuatro del PSOE y los dos de Altea amb Trellat en el pleno extraordinario que se celebró en el centro social. Un acto al que acudieron más de 300 personas para la toma de posesión de la nueva Corporación municipal.

Los concejales de los otros dos partidos, siete del PP y dos de Cipal, votaron a sus líderes, Miguel Ortiz y Miguel Ángel Capilla respectivamente, que no rechazaron la posibilidad de ser investidos alcalde como sí hicieron las cabezas de lista del PSOE, Verónica López; y Altea amb Trellat, Bea Nomdedeu.

El pleno comenzó con la constitución de la Mesa de Edad con el concejal popular José Miguel Cortés (mayor) y el concejal de Compromís, Pere Barber (menor). La jura o promesa del cargo de edil la iniciaron las concejalas de Altea amb Trellat seguidas de los ediles de Cipal, Compromís, PP y PSOE. Anteriormente, habían renunciado al acta de concejala Aurelia Álvarez (nº 2 de Cipal) y Cristina Riera (nº 5 del PP) por motivos económicos, la primera, y por incompatibilidad al ser funcionaria municipal, la segunda, por lo que juraron el cargo los siguientes en sus listas: Arianne Bürli (Cipal) y Gregorio Alvado (PP). Tras proclamar a Jaume Llinares como alcalde de Altea, que recibió la vara de mando de manos de José Miguel Cortés, el primer edil tuvo palabras de elogio y agradecimiento a sus compañeros de partido sin olvidar a los ediles del PSOE y AAT «que desde el primer momento mostraron una generosidad que les honra». A los grupos de la oposición les invitó «a trabajar a nuestro lado para hacer realidad el pueblo que, en el fondo, todos queremos». Y a los alteanos les dijo: «es el momento de hacer política de pueblo y no política de partido. Es el momento de sustituir las mayorías absolutas por el diálogo absoluto».