Un residente extranjero de Dénia que acostumbra a darse un chapuzón cada mañana en la playa de les Marines se topó ayer con un objeto cuadrado que flotaba. Lo sacó a la orilla y le pareció sospechoso. Pero, en lugar de avisar a la Policía Local, fue él mismo el que llevó el fardo, que pesaba unos 30 kilos, al retén policial.

Cuando se lo entregó a los agentes, todavía estaba mojado y ya se intuía que había estado a la deriva en el mar durante mucho tiempo. Los policías lo abrieron con una navaja y comprobaron que se trataba de un fardo de hachís. La droga estaba embalada. Al plástico que la cubría se habían adherido incluso caracolillos de mar y algas. La Policía Local entregó el fardo a la policía nacional, que está investigando si procede de alguna lancha interceptada o de algún decomiso en el que los narcotraficantes intentaron deshacerse de su carga. En la zona del hallazgo, no se encontraron ayer más fardos flotando.