El traje del pacto de las fuerzas de izquierda que con toda probabilidad gobernará el Ayuntamiento de Altea a partir del 13 de junio ya está embastado y empieza a coserse para que Jaume Llinares (Compromís) sea el nuevo alcalde del municipio.

El pasado miércoles por la noche se reunieron por primera vez los doce concejales que fueron elegidos en las pasadas elecciones (6 de Compromís, 4 del PSOE y 2 de Altea amb Trellat) para concretar cómo será la configuración del nuevo gobierno. Ayer, Llinares señaló que «vamos en la buena sintonía, con una línea de colaboración y diálogo, y de sumar sin proporcionalidad». El líder de Compromís afirmó que la cordialidad y predisposición de los tres grupos políticos «me han sorprendido gratamente» y aseveró que en las conversaciones «coincidimos en la mayoría de los temas», por ello «la honestidad, la transparencia y la participación serán los ejes del trabajo del que debe ser el nuevo gobierno». Y para conseguirlo es imprescindible que el pacto de gobierno «esté basado en el diálogo constante y en la cooperación en las diferentes áreas. Bajo ningún concepto concebimos un pacto de gobierno totalmente cerrado al estilo PP-Cipal, en el que cada cual gestionaba su área sin saber nada del resto, más pendientes de mantener la estabilidad de su gobierno que del bien común del pueblo».

Llinares anunció que se va a dar al pacto «un contenido formal que se plasmará en un documento que haremos público entre los tres grupos, sin esconder nada». Y dijo que si Compromís lleva una propuesta al pleno y se aprueba solo con los votos de sus seis concejales, «entonces será que no es una buena propuesta».