La Mancomunidad de Canales del Taibilla comenzó ayer a enviar agua a Benidorm, Finestrat y Villajoyosa a través de la conducción Rabasa-Fenollar para evitar cortes en el suministro en los tres municipios de la Marina Baixa, debido a la falta de recursos del embalse del Amadorio, azotado por la sequía. El caudal se inyectará directamente a la red de agua potable gracias a la buena gestión del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, y sólo si la oferta supera a la demanda, el agua pasaría primero por el embalse del Amadorio. El caudal evitará restricciones en el suministro hasta final de año, por lo que la temporada turística está cubierta, algo en lo que ha trabajado directamente el ingeniero Francisco Santiago, artífice de que en Benidorm no haya cortes de agua desde principios de los años 80.

La Confederación Hidrográfica del Júcar dio el visto bueno anteayer al suministro temporal de cinco hectómetros cúbicos de agua al Consorcio de la Marina Baja para el abastecimiento, a través de la conducción de Rabasa-Fenollar-Amadorio, explotada por la sociedad estatal Acuamed.

La Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó ha vuelto a tener un gesto de buena voluntad con el Ministerio de Agricultura y ha accedido, pese a que no hay convenio ni soporte jurídico, a que la Confederación Hidrográfica del Júcar envíe este verano a la Marina Baixa los 5 hm3 de agua del embalse de Alarcón que hacen falta para que poblaciones como Benidorm no sufran restricciones en el suministro a partir de junio.

El crítico nivel de las reservas en el embalse de Amadorio (1 hm3 sobre los 16 hm3 de capacidad) amenazaba con cortes en el suministro. Gobierno y usuarios del Vinalopó, l´Alacantì y la Marina Baixa llegaron al acuerdo en Madrid, en medio de la fuerte tensión que existe entre ambos por el bloqueo del trasvase.

El caudal llegará por la infraestructura del Tajo-Segura hasta el Taibilla y de ahí a la Marina a través de la conducción Fenollar-Amadorio. El Taibilla recibirá el agua que cede para Benidorm de la que se desale en la planta de Mutxamel cuando empiece a funcionar.