Los trabajadores de Emaús, que mantienen su lucha reivindicativa para salvar de la hecatombe a esta ONG y el destino de los 86 menores y otros 8 niños hijos del colectivo de mujeres maltratadas protegidas por dicha asociación, recibieron ayer por la tarde una mala noticia mientras permanecen acampados en la plaza del Ayuntamiento de Altea. La abogada que defiende al colectivo de 106 trabajadores les comunicó que Emaús ha entrado en concurso de acreedores.

Un jarro de agua fría cayó sobre los ánimos de los trabajadores y las reacciones de quienes siguen luchando por los niños sin cobrar desde hace más de cuatro meses sus nóminas fueron variadas. Lloros, expresiones de impotencia y de rabia, gestos de desesperación, llamadas de teléfono a los sindicatos. Todo fue frenético durante más de quince minutos bajo el toldo móvil instalado en la plaza después de que la Policía Local les obligase a quitar las tiendas de campaña que se estaban usando.

El semblante serio y preocupado era la tónica general en los rostros de los trabajadores que reivindican una solución definitiva a la grave situación laboral, social y económica que atraviesan por la deuda millonaria. Según los representantes sindicales de Emaús «ahora entramos en un punto de inflexión y no sabemos si habrá solución en un año». Por información recibida de primera mano, indicaron que el concurso de acreedores «lo ha instado la propia empresa y solamente para los departamentos de menores y mujeres maltratadas, además del centro de formación».

Daniel Montiel, presidente del comité Emaús-CC OO, afirmó que «no se puede presentar un concurso de acreedores de un día para otro. Como mínimo se necesitan 30 días para presentarlo, lo cual hace pensar que desde hace un mes se estaba gestando y alguna parte de la dirección de Emaús nos ha estado engañando y dando largas».

Según Montiel, el concurso de acreedores supondrá la entrada de un administrador concursal y que se pidan «responsabilidades civiles y penales a los gestores y quienes hayan tenido responsabilidades dentro de Emaús». El representante sindical aseveró que pese a esta nueva situación, «que podría provocar que se cierren todos los programas de atención que realiza Emaús a los menores, mujeres maltratadas, discapacitados y personas de la tercera edad todos los trabajadores continuaremos acampados las 24 horas del día durante tiempo indefinido».

Francisco Nadal, director de Emaús, confirmó la solicitud del concurso de acreedores, que ve «positiva» porque «se ha pedido para proteger a los trabajadores y por la continuidad de la asociación».

La Federación de la Enseñanza de Comisiones Obreras culpó a la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, de marcharse de la Generalitat «sin haberle dado solución al problema».