Es chocante ver pasar junto a la playa de Levante los carromatos que participan en la Romería de San Isidro. Así que a más de un bañista ayer se le quedó cara de sorpresa cuando vio el paso una tras otra de las 22 carretas tiradas por caballos así como la media docena de tractores que participaban en la tradición que honra al Santo de los agricultores. La comitiva salía de la avenida de Bilbao para pasar por la playa de Levante y culminó en la ermita de Sanz, donde se celebró una comida de hermandad.

Un contraste

Francisco Llinares, miembro de la comisión que organiza los actos, reconoce lo chocante de la estampa del Benidorm moderno con altos edificios y el paso de estos carros.

Esta tradición nació en los años sesenta de «la gente de la huerta que decidió hacerle una fiesta a su patrón», resume Llinares. Hoy la comisión la llevan otras personas y a pesar de que la agricultura en Benidorm es apenas residual y más bien cultivos particulares, la tradición se mantiene y se potencia.

Los carromatos que participaron en la romería de San Isidro llegaban de distintas poblaciones de la Marina Baixa: carreteros de Altea, Polop, Villajoyosa... porque en Benidorm «quedan dos», cuenta Francisco Llinares.