La Fiscalía mostró ayer, durante el juicio de Terra Mítica, varias facturas de la empresa C3, firma de ingeniería de uno de los principales imputados en el caso, Vicente Conesa, a la UTE Terra Verd -de la que Conesa era socio-, en las que se triplicaron los precios de la subcontrata.

La Audiencia Provincial de Valencia acogió la decimoctava sesión del juicio de Terra Mítica, con 35 acusados -entre ellos los primeros gestores del parque- por un supuesto fraude superior a los 4 millones de euros, en la que declararon cuatro testigos, todos representantes de subcontratas de jardinería y riego en las obras del parque. Uno de ellos, José Artero Alcaraz, propietario de la empresa Arteriego SL, contratado por C3 Ingenieros para las instalaciones de riego de la jardinería, explicó que no era el único subcontratado para estos trabajos. La fiscal le mostró varias facturas que su empresa facturó a C3, una de ellas relativa a un conjunto de tanques de almacenamiento de fibra de vidrio por 1.538.468 pesetas, y otra relativa a un sistema de control de riego por dos millones de pesetas.

Ministerio Fiscal

Según el Ministerio fiscal, C3 trasladó dichas facturas a la UTE Terra Verd, de las que la empresa de ingeniería era miembro junto a Lubasa y Hormigones Martínez, con cantidades superiores, un total de 4.386.024 pesetas en el caso del conjunto de almacenamiento de fibra de vidrio, y de más de siete millones de pesetas en el del sistema de control de riego.

Preguntado por la fiscal sobre si pactó precios con Conesa para que el empresario obtuviera beneficioso o si sabe si el representante de C3 «para evitar grandes cantidades a Hacienda presentó facturas que no correspondían a las reales», aseguró que él «no pactó nada» y que desconoce totalmente este extremo.

Otro testigo, el ingeniero agrónomo Joaquín Sebastià Ferrer, que trabajaba para la empresa Delta Agrícola, de la que Conesa también era socio, defendió que en la UTE Terra Verd (Lubasa, Hormigones Martínez y C3) las decisiones de la firma de contratos «eran de todos».

Preguntado sobre si la UTE les obligó a entregar el alta en la Seguridad Social de los trabajadores, titubeó y señaló que «con las prisas» no sabe si se suministraba toda la información, y que «cree que no fueron requeridos por Terra Mítica para justificar los trabajadores» aunque «no le consta» que hubiera sin contrato. También admitió problemas en la red de riego por roturas y que «siempre hubo problemas de suministro de agua».

Otro testigo, José Luis Moreno Martínez, cuya empresa de jardinería y mantenimiento trabajó para Lubasa de 1996 a 2001, aseguró que el parque exigía que los trabajadores estuvieran contratados legalmente, y que mostraran su DNI e identificarse en el control de entrada.

El juicio se retoma el lunes

Por otra parte, ayer debería haber declarado también un representante de la empresa L.R.Viveros Gimeno, que no pudo acudir al juicio por un problema en su traslado desde Valladolid, según su abogado, quien además señaló que existe un error en el nombre y que su defendido no tiene nada que ver con el caso. La juez planteó la posibilidad de que declare por vídeo conferencia. El juicio está previsto que se retome el próximo lunes, día 18.