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«Los funcionarios imputados eran la ley en los mercadillos de l'Alfàs»

El vendedor que denunció a un «placero» dice que «montaban y desmontaban a su antojo»

«Los funcionarios imputados eran la ley en los mercadillos de l'Alfàs» TONI ELVAR

«Ellos eran la ley en los mercadillos. Montaban y desmontaban a su antojo». Así define Juan Francisco Cano el poder de los funcionarios del Ayuntamiento de l'Alfàs del Pi en las dos zonas de venta ambulante que existen en la localidad (la de l'Alfàs y la de l'Albir). Cano es el comerciante que denunció hace unas semanas que uno de estos «placeros» -nombre que reciben los trabajadores municipales que coordinan los mercadillos-, supuestamente, le estaba pidiendo 2.000 euros a cambio de una licencia permanente para trabajar allí.

El pasado lunes, el trabajador municipal que, al parecer, estaba incurriendo en delitos de cohecho y de prevaricación, fue detenido por la Guardia Civil. Mientras, el otro «placero» que trabaja con él, fue interrogado y llamado a declarar como imputado, según fuentes cercanas al caso.

Juan Francisco Cano aseguró ayer a este diario sentir miedo por posibles represalias tras haber salido a la luz este caso. No obstante, afirmó que no pudo aguantar más la supuesta «presión» de este funcionario para que le pagara por una plaza permanente en la que poder trabajar, por lo que decidió demostrar estea aparente actitud delictiva ante las autoridades.

Las grabaciones

Cano recordó que en diciembre comenzó a trabajar como vendedor ambulante y a entrar en los sorteos que permiten a ciertos comerciantes disponer, de manera temporal, de una plaza en uno de estos mercadillos alfasinos. «Como mi puesto era muy bonito -todo con productos de Disney- y se vendía bien, comenzaron a darme puestos preferentes para el sorteo. Al tiempo, el funcionario arrestado me dijo que si quería continuar, tenía que acceder a una licencia permanente, lo cual me advirtió que tenía un precio, 2.000 euros», argumentó, a la vez que añadió que «al principio acepté, porque tengo tres hijas a las que alimentar, pero cuando me comenzó a atosigar, me di cuenta de que se estaba cometiendo un acto delictivo conmigo, por lo que comencé a grabar mis conversaciones con él y luego lo llevé a la Guardia Civil, que el pasado lunes, cuando se supone que se iba a completar la transacción, intervino».

El denunciante tiene «claras sospechas» de que el otro «placero» que ha sido imputado era consciente de estos hechos, «ya que un día, cuando su compañero llevaba tiempo pidiéndome el dinero, enfadado, me dijo que no volvería a montar mi puesto en este lugar».

En las grabaciones que realizó, a las que tuvo acceso este diario, se escucha cómo Cano le pide tiempo para reunir el dinero. El funcionario le contesta con frases como: «No depende de mí, para mí esto me supone un problema (...) Creo que he hecho una cosa buena por ti, porque yo de ahí no me saco nada (...) Yo esto me lo quiero quitar de encima (...) Es una oportunidad que tienes ahí», se escucha en una grabación.

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