José Luis Rubio Juárez, hijo del empresario José Luis Rubio, acusado en el caso Terra Mítica --en el que se ha investigado un fraude de 4,4 millones de euros durante la construcción del parque temático de Benidorm--, ha asegurado que le falsificaron facturas para justificar gastos de otras mercantiles que tenían trabajadores ilegales. También ha dicho que fue su padre el que le propuso que se hiciera autónomo aunque, pese a ello, seguía cobrando el mismo sueldo y nunca gestionó facturas ni contratos ni declaraciones de IVA.

Rubio también está acusado, junto a su padre y otras 33 personas, en el caso Terra Mítica, y se enfrenta a una pena de 12 años y ocho meses de prisión, según le reclama provisionalmente el ministerio fiscal. Para su padre la fiscal solicita 41 años y medio de cárcel.

El acusado ha explicado que comenzó a trabajar "muy joven" para su padre, quien compartía despacho con otro acusado en el procedimiento, el empresario Antonio Moreno. Ha indicado que inicialmente se dedicaba a "hacer recados", y entre otros ha detallado que tanto su padre como Moreno le solían mandar a los bancos para sacar dinero.

"Mi padre a veces me daba un cheque para cobrar en el banco y otras veces iba sin cheque. Llamaban por teléfono y avisaban de que iba a ir a por dinero. Luego se lo daba, y lo destinaban a pagar trabajadores, comprar material..."

Rubio, quien ha reiterado que él no se ha quedado con nada del dinero que sacaba de los bancos ni ha cobrado comisiones "jamás", ha indicado que con el tiempo, cuando tenía 19 ó 20 años, su padre le propuso que se hiciera autónomo, aunque él en ese momento no sabía ni lo que significaba. Ha aseverado que se lo sugirió para que se fuera "cogiendo" y "espabilando", para que en un futuro pudiera ser su propio jefe.

Pese a hacerse autónomo, ha indicado que él cobraba lo mismo y tenía el mismo horario. Ha aseverado que le pagaban en la oficina, su padre, y la mayoría de veces en efectivo, "como al resto de trabajadores", ha aseverado.

El acusado ha afirmado que cuando se enteró de que estaba siendo investigado y le pidió explicaciones a su padre, éste le indicó que no había hecho nada. También le manifestó entonces que "en aquel momento tenía muchos trabajos que hacer y a mucha gente no dada de alta, y necesitaban justificar ciertos gastos con otras facturas".

Ha señalado que cuando se enteró de ello y de que estaba siendo investigado, y tras pedirle explicaciones a su padre, dejó de hablarse con él "muchos años". "Le dije hasta del mal que se tenía que morir", ha apostillado.

Como autónomo --ha agregado-- no ha hecho ni una sola factura en su vida, por lo que las que existen a su nombre, dirigidas "siempre a la misma empresa, Traus", no las elaboró él, según ha manifestado. Tampoco ha efectuado ninguna declaración del IVA, pese a que sí consta en los papeles: "Los mismos que presentaban las facturas a mi nombre, también harían lo del IVA".

Este lunes también ha declarado el empresario Francisco Javier Ribes, para quien la fiscal reclama una pena de ocho años y cuatro meses de prisión. Desde su empresa, Construcciones y Servicios Javier Ribes, emitió diferentes facturas para la empresa de Francisco Escoto, empresario que estuvo imputado en la causa hasta que falleció.

"MARRONES ASÍ"

El acusado ha explicado que conocía a Escoto desde los 16 años, y que "siempre" le estaba dando trabajo de forma indirecta. Preguntado por si Escoto le propuso que hiciera facturas por trabajos no realizados para usarlas en declaraciones tributarias y deducirse el IVA y otros gastos, ha respondido: "Este señor siempre me ha dado trabajo, desde los 17 años. Le tengo mucho que agradecer, pero no para meterme en marrones así. Los trabajos que hice para Escoto fueron sin contrato porque tenía suma confianza en él y luego se los he facturado", ha agregado.

Por otro lado, hoy ha declarado Antonio La Torre, quien se enfrenta a una pena de 12 años y ocho meses de prisión -según le pide la fiscal-- por presuntos delitos contra hacienda pública y falsedad documental. Era administrador de Gamaparc y Waldron, y ha explicado que "surgió trabajo de la obra" con José Luis Rubio (padre), y lo autorizó en cuentas de sus empresas, tanto a él como a Moreno.

Así, ha indicado que eran Rubio y Moreno los que se encargaban de gestionar realmente las empresas, de la contabilidad y de los contratos, mientras que él se dedicaba a trabajar. "Todo el tema de contratación y de ejecución de obras lo llevaban ellos. Yo no tenía conocimiento. Lo llevaban ellos porque sabían cómo y por qué. Salvo el tema profesional e incidencias profesionales, yo no tenía conocimiento de nada ni decisión ninguna", ha repetido.

"Yo no he facturado nada --ha insistido--, y la gestión, buena o mala, de las empresas las llevaban ellos --en referencia a Rubio y Moreno--". Preguntado por si las mercantiles contaban con trabajadores ilegales, ha contestado: "No uno, cientos".

PROBLEMAS DE MEMORIA

Por su parte, ha declarado este lunes Antonio Alós, para el que la fiscal pide 14 años y ocho meses de prisión. El acusado, quien ha remarcado que actualmente está en tratamiento porque tiene "problemas de memoria", se ha desvinculado por completo de la empresa Eurogroup Ailyng y ha aseverado que no era administrador de hecho, pese a lo que consta en los documentos y lo declarado por trabajadores. Así, se ha desentendido de la facturación, contratación o gestión de la mercantil.

Otro acusado en la causa, Vicente Zarzo --quien se enfrenta a ocho y cuatro meses de cárcel--, también ha aludido a problemas de memoria: "He tenido dos ictus en agosto y hay muchas cosas que no recuerdo. Pero luego he visto todo y he de decir que las facturas --que obran en el procedimiento-- son mías".

Este acusado, que realizó diversas facturas a Francisco Escoto, ha indicado que en esa época era autónomo y al mismo tiempo trabajaba para la Generalitat. "Pero me dedicaba a mis dos trabajos al cien por cien. Les dedicaba 16 horas al día", ha apostillado. También ha dicho que como autónomo recurrió a algunos trabajadores ilegales, sobre los que no controlaba los papeles, para poder ejecutar todos los trabajos.

En relación con la diferencia entre lo que facturó y lo que pagó a trabajadores y destinó a gastos, no ha dado una explicación concreta. "Yo iba al gestor, me hacía la declaración y de esto no entiendo nada", ha agregado.

Por último, le ha tocado el turno a Manuel Navarro, otro de los acusados en el caso Terra Mítica. Ha declarado que entre los años 2002 y 2004 era autónomo y realizó numerosos trabajos para Francisco Escoto, y le realizó las correspondientes facturas. De esta forma, ha negado que el empresario le pidiera que facturase obras que no hizo: "No, en absoluto", ha aseverado.

Ha indicado que si necesitaba trabajadores para hacer las obras, "echaba mano de algún ilegal". Pero ha asegurado que nunca firmaba contratos "ni nada". Tampoco presentaba presupuestos, ya que con "Paco -Francisco Escoto-- todo se veía sobre la marcha, hablábamos de cantidades aproximadas pero nunca con un presupuesto cerrado en ningún documento. Todo era verbal. Y luego él me pagaba en pagarés y los cobraba". Preguntado qué hacía con el dinero recibido, ha respondido que pagar a sus trabajadores o material "o lo que sea", pero que casi nunca tenía beneficio.