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Callosa d'En Sarrià

Los cambios de temperatura echan a perder un millón de kilos de nísperos

El calor de finales de marzo arrasó gran parte de la cosecha mientras que el frío de los últimos días ha retrasado la maduración del fruto y la recogida

Los cambios de temperatura echan a perder un millón de kilos de nísperos

Con los nísperos el que manda es el «tío Lorenzo», como así como tienen bautizado los agricultores al sol. El delicado cultivo de este fruto parece no ser muy amigo de los cambios de las temperaturas. Por eso, la inestabilidad térmica que se ha vivido en las últimas semanas tanto en la comarca como en el resto de España, no han jugado a favor del desarrollo del níspero, hasta el punto de que sus productores ya barajan unas pérdidas de más de un millón de kilos.

Las razones son varias. Según el ingeniero de la Cooperativa Agrícola de Callosa d'En Sarrià, Esteban Soler, el calor «casi veraniego» que se vivió en la zona a finales de marzo, donde se alcanzaron temperaturas de hasta 34 grados, «quemó muchas de las frutas que tenían una fase de crecimiento con una pulpa bastante desarrollada.

El sol también manchó la piel de muchas de ellas. Hemos tenido que tirar una gran cantidad de estos nísperos dañados por el calor», precisa el experto, que también recuerda que los vientos de febrero perjudicaron muchos cultivos, sobre todo los que no estaban tapados con malla. Asimismo, otro de los factores que tampoco han sumado para iniciar con buen pie la campaña ha sido el frío que ha regresado a la comarca en los últimos días. «El níspero suele recogerse con un calor más propio del mes de abril. Este mal tiempo ha provocado que se retrase el proceso de maduración de las frutas y, por tanto, el comienzo de la recogida. Tendremos que esperar a mayo para arrancar en serio. Calculamos que esta tardanza provoque la pérdida de un 10% de producción con respecto a 2014», advierte Esteban Soler, que acaba la enumeración de inclemencias con la de la sequía que viene sufriendo la Marina Baixa desde hace algo más de un año. «No llueve ni una gota en Callosa y aunque eso ayudó en enero a que los nísperos florecieran de una manera excelente, al no haber caído nada tras el invierno, el calibre será mucho menor al del año pasado, que ya fue en declive con respecto a 2013», argumenta Soler.

Eso sí, como dato positivo, el ingeniero de esta cooperativa callosina advierte de que las frutas que se salven de todos estos problemas «estarán riquísimas y serán de primera calidad. El níspero que se está recolectando en estos momentos tiene mucho más azúcar. Cuando llueve engorda y se disuelve la sacarosa. Por eso se dice que la fruta de secano es mejor que la de regadío. Los que queden van a tener un sabor espectacular. El problema es que a los agricultores, de cara a la venta, lo que les vale es el tamaño», afirma el experto.

Los trabajos de recogida, por tanto, en estos momentos, se están realizando en mucha menor medida que en otras campañas durante estas fechas. Soler admite que llevarán sólo un 3% recolectado de la producción total.

El director gerente de la Cooperativa Agrícola, Andrés Llorca, recuerda que el año pasado tampoco fue demasiado bien debido a la escasez de agua. En 2014, solicitaron al Ministerio que rebajará el módulo fiscal que va ligado a esta actividad, que de normal está situado en un 37% de IRPF. En 2013 consiguieron que se redujera a un 0,13% y el año pasado, con el apoyo de la Conselleria, solicitaron un 0,16% permanente, aunque sólo les dio el «ok» para una temporada. «Este año hemos vuelto a demandarlo porque, como vamos comprobando en las últimas campañas, es un tipo de cultivo muy delicado y para mantenerlo necesitamos el apoyo fiscal del gobierno central», recalca el director gerente, además de reseñar que ya han enviado varias cartas al Ministerio de Agricultura.

Más ventas en Oriente Medio

Andrés Llorca explica que para este año han aumentado la previsión de ventas con Estados Unidos, un mercado muy interesado en este tipo de fruta, según los datos que él maneja. «Comenzamos a incrementar las relaciones el año pasado, cuando el dólar estaba más bajo», detalla. También están estableciendo más conversaciones con importadores de Oriente Medio. Sobre todo, según Llorca, con empresarios de países como Arabia Saudí.

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