Una patrulla de la Guardia Civil se topaba el sábado por la noche, en aguas de Benidorm, con algo bastante inusual. No se trataba ni de una ballena, ni de un tiburón, ni de un delfín... Ni siquiera de una vaca india, como ya se encontró hace unos años en el litoral benidormense, donde ya pocas cosas son capaces de sorprender a sus vecinos.
Lo que hallaron los guardias civiles fue un árbol gigante, de 12 metros, al que no le faltaban casi ramas y la raíz la lucía totalmente completa. Parecía recién arrancado de la tierra y echado al mar. Las teorías sobre su procedencia, según Salvamento Marítimo, pueden ser decenas. Una de las que más fuerza tienen es que, a raíz de un temporal, hubiera caído en algún río que desemboque en el mar y las corrientes lo hayan arrastrado hacia Benidorm.
El caso es que la Guardia Civil avisó a Salvamento Marítimo y decidieron dejar el árbol fondeado junto a la isla de Benidorm, perfectamente señalizado, ya que era muy complicado trasladarlo a Puerto a esas horas de la noche por la falta de visibilidad.
Evitar accidentes
«Lo señalizamos con boyas y avisamos por radio a todas las embarcaciones de la zona para que supieran el lugar en el que se encontraba. No obstante, nuestro objetivo era sacarlo de allí, ya que suponía un peligro para cualquier barco o yate. Si chocan con la proa con alguna de las ramas del árbol, que además flota, se les puede abrir una vía de agua y acabar hundiéndose», explicaban desde Salvamento Marítimo, que ayer desplazó una de sus embarcaciones para arrastrarlo hasta el puerto de Benidorm.
A la expedición de Salvamento Marítimo se le unieron tres bomberos, que tuvieron que cortar, con sierras mecánicas, algunas de las enormes ramas para poder engancharlo con una cuerda al barco y llevarlo hasta el Puerto.
«Ha sido una operación un tanto complicada porque las ramas eran muy grandes, y ponerte a cortar en mitad del mar no suele ser una operación sencilla», destacaban desde Salvamento.
Uno de los problemas con el que tuvieron que lidiar fue con cómo sacar el árbol una vez transportado.
Trocear el árbol
No podían acercarlo al lugar en el que se encuentra la grúa, ya que se ubica al borde de una zona en la que sólo existe poco más de un metro de profundidad. Finalmente pudieron desplazar un camión del Ayuntamiento con un brazo mecánico hacia la parte en la que habían dejado el árbol, que es la que mayor calado permite.
Los bomberos tuvieron que trocearlo, literalmente, para poder llevarlo a tierra.
De hecho, uno de los bomberos tuvo que permanecer más de tres horas dentro del agua cortando este tronco gigante con la sierra eléctrica.
