Bromas del destino. Sobre la carpeta de Pere Maria Orts en el pleno de la AVL yacía ayer por primera vez el Oracional valencià, obra que no ha podido ver pero que coordinó como presidente de la comisión de textos religiosos. Es un documento sin la aprobación de las autoridades eclesiásticas pero que busca impulsar la liturgia en valenciano, una de las batallas que Orts no ha podido ver ganada. Los académicos lo recordaron ayer con un emotivo minuto de silencio. El día después de la muerte fue de reconocimientos. La portavoz del Consell, Maria José Català, anunció que la sala de exposiciones de la Biblioteca Valenciana, en San Miguel de los Reyes, llevara el nombre del filántropo que donó más de 11.000 volúmenes. Eso sí, precisó que el Consell respeta su figura y reconoce su trabajo, pero no valora el contenido de este. Lo dijo al ser preguntada por la posición de Orts en favor de la Senyera cuatribarrada, sin azul.También dio sus muebles de los siglos XVIII y XIX, algunos de los cuales se podrán ver en el palacio de Berbedel.