Al Ayuntamiento de Benidorm se le ha vuelto a atragantar la contratación de diez agentes interinos de la Policía Local para reforzar la vigilancia en las playas durante la temporada alta. El concejal de Seguridad Ciudadana, José Marcet, anunció ayer que los nuevos agentes no podrán iniciar su servicio hasta pasada la Semana Santa, cuando inicialmente estaba previsto ampliar su contrato de cuatro a seis meses para cubrir también este periodo. Y, lejos de asumir como propios dichos retrasos, atribuyó toda la responsabilidad a «las exigencias de la oposición» y a la «la polémica suscitada en torno a las bases de las pruebas de selección», tal y como manifestó ayer.

Como ha venido contando días atrás este diario, los cinco sindicatos con representación en la junta de personal municipal -SPPLB, CC OO, UFT, SEP y CSI-CSIF- rechazaron en bloque la propuesta formulada por el gobierno local para la contratación de estos agentes debido a que, a su juicio, las bases contenían «varias irregularidades». Entre ellas, que contemplaran menos pruebas físicas que las que marca la Orden de 23 de noviembre de 2005 de la Generalitat, que establece los criterios mínimos para la selección de los policías locales de la Comunidad; que se pretendiera convalidar este examen físico a los opositores que lo aprobaron en la convocatoria de 2014, sin tenerse que presentar de nuevo ahora; o que no estuviera previsto realizar un examen psicotécnico a ninguno de los aspirantes, como también contempla la legislación. Ninguno de estos sindicatos se opuso al proceso dada la «necesidad» de las plazas, sino que requirieron al PSOE, ahora en solitario en el gobierno, que rehiciera las bases para ajustarlas a la legalidad, ante la posibilidad de que cualquier aspirante pudiera recurrirlas y echar al traste la oposición.

Tras la denuncia de las cinco centrales sindicales, el grupo municipal del PP presentó el pasado viernes a pleno una moción por la vía de urgencia, que fue respaldada por el resto de la oposición, en la que instaba al gobierno a hacer caso del dictamen de la junta de personal.

Tras todo ello, el concejal de Seguridad Ciudadana anunció ayer que el ejecutivo local dará marcha atrás y no convalidará las pruebas físicas a ningún aspirante. Marcet indicó que «para evitar suspicacias y no sembrar más dudas, remitiremos a la Generalitat las mismas bases del año pasado, a las que el organismo autonómico y la Subdelegación de Gobierno nos dieron el visto bueno y que sí incluyen las pruebas físicas, aunque no la psicotécnica».

«No entendemos la polémica»

Ahora bien, pese a que finalmente hará caso a las exigencias de sindicatos y del resto de grupos, el edil de Seguridad dijo «no entender» la polémica suscitada ante la convalidación de las pruebas físicas: «Tenía como finalidad agilizar el proceso, dada la necesidad y la urgencia existente, y entendíamos que no era necesario que los 40 candidatos que se presentaron a la convocatoria del pasado año tuvieran que volver a someterse a unas pruebas que han realizado hace siete meses», dijo Marcet.

Frente a esta versión, fuentes municipales atribuyeron la culpa de todo el retraso al propio equipo de gobierno. De hecho, los socialistas llevan desde el mes de octubre, cuando acabó el contrato de los diez interinos de 2014, anunciando su intención de repetir la convocatoria este año y, además, ampliar el plazo de cuatro a seis meses. Pese a ello, no fue hasta el pasado 13 de febrero cuando Marcet llevó a pleno la moción para iniciar el expediente y solicitar a la Subdelegación permiso para realizar estos contratos por la «urgencia y necesidad» de las plazas. Tras este trámite, que aún no ha obtenido respuesta, cabe destacar que la junta de gobierno tampoco ha aprobado las bases de la convocatoria ni tampoco publicado la oposición, según señalaron fuentes municipales, que agregaron que, atendiendo a los plazos, «difícilmente podría haberse cerrado el procedimiento para que los agentes estuvieran de servicio a primeros de abril, aunque la oposición no hubiera dicho ni mú».

Dos veces con la misma piedra

No es la primera vez que el gobierno de Benidorm tiene problemas para reforzar su plantilla policial con interinos. En 2014, tuvo que rehacer las bases de la oposición hasta en cuatro ocasiones por defectos de forma, lo que retrasó el inicio de la actividad de los interinos hasta bien entrado el mes de junio.