El aparejador benidormense Guillermo Campos asegura que, desde el principio de la crisis, aparte de la del In Tempo, no había vuelto a ver una grúa levantada en la comarca. De dos años a esta parte él mismo está inmerso en una promoción de viviendas unifamiliares en La Nucía, un ejemplo de la tendencia que está comenzando a prodigarse por la Marina Baixa.
Según la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia), sólo en esta comarca, en 2013 y 2014, se ha experimentado un crecimiento de alrededor de un 60% en el sector del ladrillo. Las razones las tienen claras. Por un lado, su secretario general, Jesualdo Ros, señala que existen cada vez más inversores extranjeros dispuestos a adquirir un inmueble en la zona como segunda residencia e, incluso, promotoras de países nórdicos, como Noruega, que desembarcan en diferentes localidades con proyectos de construcción propios. «Desde Provia estamos volcados en potenciar el turismo residencial. Hemos organizado campañas en Reino Unido, Polonia y en los Países Nórdicos. De hecho, acabamos de finalizar una serie de acciones en Belfast (Irlanda del Norte). Este tipo de cliente extranjero es un mercado muy importante para la provincia y ahora, en las Marinas, empieza a notarse bastante su llegada», remarca Jesualdo Ros.
También cree que los inversores e incluso promotores nacionales comienzan a animarse, «ya que tienen la percepción de que la crisis está llegando a su fin y los ratios que tenemos de inversión en otros activos no son tan rentables», declara. El secretario general de Provia considera que el comprador actual tiene la sensación de que los precios han tocado fondo y están a punto de subir. «De hecho, lo poco que hay de casas de nueva construcción, en algunas zonas de la Marina, vuela rápidamente», argumenta.
A diferencia otras zonas, lo que más se demanda y lo poco que se construye por la Marina Baixa suele ser viviendas unifamiliares de lujo. «Es decir, de cara a un comprador de una posición media alta. No podemos generalizar, pero en esta zona, actualmente, no se apuesta apenas por el apartamento barato», explica.
No obstante, los promotores quieren dejar muy claro que no es que estemos hablando de un inicio de la actividad que nos sitúe en años precrisis. «Lo importante aquí es que existe una tendencia que tuvo como punto de inflexión 2012. Entre ese año y el anterior, diferentes empresas optaron por comprar suelo y en 2013 comenzaron a realizar obra. En 2014 el movimiento se ha consolidado y 2015 se espera que sea un gran año, sobre todo de cara al mercado nacional».
L'Albir, sin suelo suficiente
La playa de l'Albir de l'Alfàs es uno de los sitios donde se empieza a palpar esta nueva ola constructiva. El concejal de Urbanismo alfasino, Vicente Soler, indica que en 2013 se iniciaron 27 expedientes de obra mayor, en el que se contemplaban unas 44 unidades de obra nueva. En 2014 la cifra de este tipo de licencias aumentó a 45, con 22 unidades.
«No toda las licencias de obra mayor se traducen en nuevas construcciones. Hay mucho noruego que viene y reforma viviendas de los años 70 o promociones paradas que se retoman. El bajón de unidades se debe a que no nos queda suelo para construir. Con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) pretendemos desbloquear terrenos cercanos a la núcleo urbano, ya que tenemos demanda», manifiesta Vicente Soler. En La Vila Joiosa, la cosa también ha ido in crescendo. En 2013 concedieron 86 licencias de obra mayor y en 2014, 90. El concejal Jerónimo Lloret dice que aparte de viviendas unifamiliares, existen iniciativas inmobiliarias dentro del casco urbano como en la calle Limones (proyecto básico de 18 inmuebles) y en la zona de Barberes (veinte casas de superlujo). Asimismo, destaca las famosas torres de apartamentos que construye la promotora inglesa Taylor Wimpey en el Paraíso. Los noruegos también juegan un papel crucial en la actividad vilera.
Al concejal de Urbanismo de Finestrat, Juan Francisco Pérez, le están llegando diferentes proyectos por parte de los agentes urbanizadores.
En el plan parcial Balcón de Finestrat, donde ejerce de urbanizador el propio Consistorio, asegura que ya les ha entrado alguno que otro. En el sector 13, situado entre la Cala y Finestrat, se prevén promociones.
En La Nucía aprobaron, en 2014, 126 licencias de obra mayor y esperan un aumento en 2015. En Benidorm, por ahora, no parece que exista mucho movimiento de obra nueva, aunque desde Provia indican que se vaticinan un par de proyectos muy interesantes para 2015 dentro de la capital turística.
