El Ayuntamiento de Benidorm se ha visto abocado a iniciar el segundo expediente en menos de dos años para poner fin a la adjudicación a una empresa privada de la explotación de la piscina y el gimnasio del Palau d'Esports L'Illa de Benidorm. Así lo acordó ayer el pleno por unanimidad de los ediles de la Corporación, después de que el grupo municipal del PP, en la oposición, presentara una moción por la vía de urgencia para forzar al ejecutivo local a posicionarse ante los continuos problemas que lleva arrastrando esta instalación y que se han agravado en la última semana, cuando techos, pasillos y vestuarios se llenaron de moho y humedad debido a una nueva avería en la máquina deshumectadora.

El gobierno local de Benidorm adjudicó el pasado mayo a Levantina de Servicios Acuáticos SL la gestión de la piscina y el gimnasio del Palau por un periodo de diez años. La empresa llevaba meses explotando la instalación, dado que el ejecutivo se la adjudicó provisionalmente tras tener que rescindir la primera concesión, que recayó en Gestkal XXI, por incumplimientos e impagos a los trabajadores.

El portavoz del PP, Antonio Pérez, justificó ayer la propuesta para volver a retirar la concesión a esta segunda empresa en que «es evidente el estado en el que se encuentra la contrata y los incumplimientos por parte del contratista». Asimismo, recordó la existencia de un escrito del propio edil de Deportes y Contratación, Miguel Llorca, en el que el pasado 10 de diciembre ya advertía a la mercantil de que podría retirarle el contrato al estar incumpliendo con sus obligaciones. Y, además, recordó que algo que sí hicieron socialistas y liberales desde un primer momento fue permitir a la mercantil incrementar las tarifas que pagan los usuarios, entre un 50 %y un 150%, dependiendo de tipo de abono.

¿Y cuáles son estas obligaciones? Desde el PP recordaron que el pliego recogía doce obras de reforma y mejora de las infraestructuras, que la empresa debía ejecutar antes del 8 de noviembre, entre ellas actuaciones en el sótano, en los vestuarios, en la zona de spa y en la ludoteca, además de la reposición de máquinas del gimnasio o actuaciones para mejorar la eficiencia energética, como el cambio de la arena de los filtros o la instalación de una bomba de calor. Antonio Pérez lamentó que, pese a haberse superado en más de dos meses el plazo con el que contaba la empresa, «el Ayuntamiento ha mirado a otro lado y no ha abierto expediente alguno ni le ha puesto penalización», lo que, a su juicio, va «en contra del interés general». De hecho, el edil del PP indicó, por ejemplo, que los usuarios del Palau no pueden dejar la ropa en las taquillas de los vestuarios porque cuando salen de hacer ejercicio «está más húmeda que si la hubieran metido en la piscina», lo que se suma al mal estado de otras áreas.

A la crítica de los populares por la inacción del gobierno local en este tema, el edil no adscrito, Juan Ángel Ferrer, también agregó que la rescisión del contrato es «lo más coherente ante todas las incidencias graves que han ocurrido allí» y lamentó que haya tenido que ser «la oposición la que tenga que traer el trabajo hecho y que esta propuesta no haya partido del gobierno».

Audiencia a la empresa

Por su parte, el concejal del área, Miguel Llorca, reconoció los incumplimientos, aunque señaló que «no todos son achacables a la empresa», a la que su departamento ha venido defendiendo de las continuas denuncias de la oposición, a pesar de que, tal y como alertó el propio Llorca en diciembre, la empresa no ha atendido sus obligaciones. El edil señaló que, con la apertura de este expediente, se dará un plazo de audiencia al adjudicatario para que dé explicaciones. Tanto el responsable de Deportes y Contratación como el portavoz del PSOE, Conrado Hernández, indicaron que la privatización de ambos espacios se hizo para «garantizar el buen funcionamiento del servicio».

Ahora, la oposición confía en que el inicio de este expediente no sea una «triquiñuela para que la empresa pueda ganar tiempo y pueda acabar yéndose de rositas».