A diferencia de lo ocurrido en los tres años anteriores, la llegada de 2015 no vendrá con un pan bajo el brazo para los trabajadores del sector de la hostelería de la provincia. Tras experimentar un aumento salarial del 2,1% entre 2012 y 2014, más de 50.000 empleados de hoteles, apartamentos turísticos, campings, restaurantes, bares, cafeterías y servicios de catering o comedores escolares, verán congelados sus salarios durante los próximos doce meses tras la prórroga acordada por patronal y sindicatos en el convenio colectivo que rige las condiciones laborales de la hostelería en la provincia.
La noticia, pese a ser un jarro de agua fría para muchos empleados de este sector que confiaban en poder mejorar sus condiciones laborales de cara al año que acaba de comenzar, puede tornarse en más positiva de lo que parece a priori. Al menos, si atendemos al dato del IPC adelantado, que de confirmarse el próximo 15 de enero, prevé una rebaja del 1,1% de los precios de los servicios básicos.
El convenio firmado en 2012 entre las principales asociaciones empresariales y Comisiones Obreras y UGT, los dos sindicatos mayoritarios, establecía que, en caso no renovarse dicho documento, a partir de 2015 se revisarían los sueldos en función del IPC. Por tanto, si se confirma el -1,1% adelantado, los empresarios podrían recortar en esa misma proporción los sueldos.
Ahora bien, fuentes de la patronal hotelera Hosbec, mayoritaria en la hostelería provincial, avanzaron ayer que plantearán en la próxima reunión de la comisión paritaria mantener los actuales salarios y no aplicar a lo largo de 2015 ningún recorte, lo que a su juicio se traducirá en un «incremento del poder adquisitivo de los trabajadores» ante la previsión de caída del IPC. Desde Hosbec justificaron esta medida como un «gesto más de nuestro compromiso con el mantenimiento y la creación de empleo», aunque sin duda también representará un as en la manga de cara a las negociaciones del próximo convenio, que se iniciarán a partir del mes de octubre.
Todo apunta a que esta propuesta, casi con toda seguridad, será aceptada por los sindicatos, cuyos portavoces consideran que más vale eso que nada. Francisco Ruiz, delegado de UGT y miembro de la mesa negociadora, considera que en el actual panorama «de incertidumbre y posible deflación, un mantenimiento de los salarios es lo más positivo para que ninguna parte salga perjudicada, sobre todo la que atañe a los trabajadores». Por su parte, Daniel Patiño, de CC OO, también adelantó que suscribirán la propuesta, aunque «seguiremos peleando, porque no estamos contentos con la situación que viven los trabajadores de la hostelería». En ambos casos, llamaron la atención sobre el «altísimo» grado de incumplimiento del actual convenio, principalmente en los contratos de formación y a tiempo parcial.
Con esta congelación, el salario medio del sector quedará fijado en los 1.082,01 euros mensuales, que corresponden al nivel profesional con mayor volumen de empleados: recepcionistas, conserjes, camareros, cocineros, técnicos de mantenimiento, animadores, etc. en un establecimiento de categoría media, en catorce pagas y sin incluir otros pluses, como las compensaciones por fiestas, horas extra o nocturnidad. El salario máximo será de 1.346,58 euros y el mínimo, de 988,87 euros.
