El conseller Máximo Buch ha alertado hoy a Benidorm de que el turismo de cruceros «no genera negocio» y de que, en realidad «los cruceristas ensucian más de lo que consumen». Así lo ha manifestado durante el encuentro navideño de la patronal hotelera Hosbec, después de que el alcalde de la ciudad, Agustín Navarro, anunciara que, si cuajan dos reuniones que tiene previsto mantener a finales de enero con tres compañías, la ciudad será ruta de cruceros en 2016 tras superar con nota la primera experiencia en este campo, con la llegada el pasado octubre del buque Amadea.

Ante ese anuncio, en su turno de palabra, el conseller de Turismo ha manifestado que «en la ciudad de Valencia conocemos bien» este mercado, ya que cada año la visitan a través de hoteles flotantes «casi medio millón de visitantes», pero ha reconocido que este tipo de turismo es «sólo una muestra. No deja mucho dinero y un gran negocio no es, porque cuando el turista desembarca se tomará unas cuantas cervezas y, con suerte, come algo y se compra unos cuantos suvenirs, pero está cinco o seis horas y se va». «Da volumen pero apenas deja ingresos», ha agregado el máximo responsable turístico de la Comunidad.

Ahora bien, Buch sí ha reconocido que este mercado representa «un escaparate, una muestra» para que los viajeros tengan una primera impresión sobre las ciudades que visitan, por lo que ha recomendado al primer edil que, una vez que logren atraer a estos nuevos barcos, «lo que hay que conseguir es que después tengan ganas de volver». «Es una gran oportunidad para que un señor venga aquí, conozca Benidorm y diga: "Yo quiero volver a pasar una semana!". De eso se trata».

Con respecto al anuncio realizado por el alcalde, Navarro también ha afirmao que «la llegada de cruceros a Benidorm beneficiará sobre todo a los comercios, bares y restaurantes de la ciudad porque Benidorm somos una sola cosa: turismo». Sin embargo, como después ha ratificado el conseller, el alcalde ha señalado que «el objetivo final es que los turistas que lleguen por mar a Benidorm puedan conocer la ciudad y repetir y volver por tierra cuando se encanten con Benidorm, por ello, esa semilla hay que seguir plantándola».