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El pantano Amadorio se seca

El mayor embalse del que se nutre la Marina Baixa apenas almacena un hectómetro cúbico de agua, lo que supone un 6,25% de su capacidad, el nivel más bajo de la última década

La tierra se resquebraja en el suelo del pantano en aquellos lugares que hacía años en los que sólo se veía agua. david revenga

La Confederación Hidrográfica del Júcar aún no ha emitido -al menos públicamente- informe alguno al respecto, sin embargo, la situación en que se encuentra el Amadorio, su pantano de mayor capacidad de la Marina Baixa, es crítica.

Ayer apenas tenía embalsado 1,14 hectómetros cúbicos de agua, es decir, un 6,25% de su capacidad. La cifra es la peor registrada de la última década y deja un panorama desértico en parte de su superficie, sobre la que ahora se puede caminar como si fuera una llanura desértica. Y es que, las lluvias parecen haber pasado de largo, dejando el pantano aún peor de lo que estaba este verano.

Los datos destacan aún más al compararlos con la media del caudal embalsado en el Amadorio durante esta semana en los últimos diez años. Según el Ministerio de Medio Ambiente, este embalse mantenía en estas fechas un 48,75% de agua almacenada (7 hm3), lo que hacía que también durante estos meses de otoño e invierno fuera necesario desembalsar parte del caudal al mar.

El problema se agrava en la comarca por cuanto tampoco es bueno el estado del pantano de Guadalest, que nutre junto al Amadorio a Benidorm y al resto de poblaciones de la Marina Baixa. Este embalse no refleja unas cifras tan agónicas como el Amadorio y almacena un 30,77% de agua, pero al compararlo con la media almacenada en la misma fecha desde 2004 hasta ahora también sorprende. Está, simplemente, a la mitad que cualquier otro año.

Así las cosas, si no se producen lluvias significativas que corrijan la situación, la comarca deberá aguardar «como agua de mayo» la del trasvase, «más cara y de peor calidad», según apuntaba ayer el gerente de la Comunidad de Regantes de La Vila.

Además, otras zonas de la provincia también podrían verse con el mismo problema. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el porcentaje de agua embalsada en los pantanos de Alicante (Marina Baixa y Serpis) está también al nivel más bajo que se registra desde 2010, a un 17,83% de su capacidad, cuando no había bajado del 50% en estos cuatro años.

Trasvase y desaladora

Por otra parte, la falta de lluvias no ha afectado sólo a la provincia de Alicante, también a los embalses de la cabecera del Tajo Segura, amenazando con ello la bajada del caudal embalsado. El motivo es que la nueva ley del trasvase ha elevado este año la reserva a los 400 hm3, que antes estaba a 240 hm3, complicando el envío de agua a la provincia. Si esto no se produjera, sería necesario multiplicar la producción de la planta desaladora de Agua Amarga y acelerar la puesta en marcha de las desaladoras de Torrevieja y Mutxamel.

De momento, la Confederación Hidrográfica del Segura trabaja en la elaboración de un Decreto de Sequía para marcar restricciones.

En todo caso, actualmente se mantiene el acuerdo firmado hace más de un mes por el Ministerio de Agricultura y Junta Central de Usuarios, para que a partir de enero puedan llegar a la provincia 12 hm3 de agua potable desde el embalse de Alarcón, para paliar el bloqueo que sufra la toma de Cortes de Pallás, única que garantiza agua de calidad y desde donde se puede distribuir con facilidad a toda la provincia.

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