Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

De la tradición al arte

Pasión por el portal de Belén

Una maestra belenista explica en Benidorm cómo se hace y qué escenas deben desarrollarse en las maquetas que cada Navidad recuerdan la natividad de Jesús y que decoran casas, iglesias e instituciones.

Un alumno del curso que se clausuró el sábado en Benidorm retoca la pintura de su portal. DAVID REVENGA

Para la mayoría un Belén es sinónimo de niñez, de tardes inolvidables, de deseos, de regalos. Durante los años en que dura la infancia -y a padres y abuelos les dura la paciencia- ayudamos a montar el escenario que recrea el momento en el que nació Jesús. Después, gran parte lo olvida. Como mucho se saca para Nochebuena un Belén prefabricado junto a la decoración navideña... hasta el día en que nos convertimos en padres. Entonces la tradición renace y junto a manos inexpertas volvemos a levantar una ciudad de Belén de corcho, de musgo, de cartulina y hasta de papel «plata» para que no falte el río.

Sin embargo, hay quienes en su infancia quedaron tan prendados por los Belenes que de adultos -con o sin niños- han convertido esa afición en un arte. Es el caso de Juana Moreno, maestra belenista desde 1999 y presidenta de la Asociación Belenista Amics del Betlem de la Marina que este sábado terminó de impartir el primer cursillo básico del año para confeccionar un «Portal de Belén» en Benidorm.

Construirlo ni es cosa fácil ni es cosa de un día. No es siquiera «arte efímero» pese a destruirlo pasadas las Navidades. Según Juana, para hacer un buen Belén se trabaja un año entero, y aunque sólo exponga unos días, después no se destruye del todo «porque se reciclan casi todos los materiales para el del año siguiente».

El reciclado manda en el portal de Belén en tiempos de crisis y subidas de precios de determinados productos. Pone como ejemplo el corcho blanco, «imprescindible para crear el portal de Belén en la provincia de Alicante» (en esto, como en todo, hay corrientes, y en Madrid usan corcho de alcornoque), y cuyo precio alcanza los 3 ó 4 euros el metro cuadrado. Así, crear un Belén gigante como los que muestran instituciones o iglesias puede costar hasta 3.000 euros sólo en material.

Además de los productos, hay que saberse la Biblia. Un Belén «como Dios manda» es el denominado «Bíblico» o «Hebreo» (la propia palabra, Belén, tiene éste origen y significaba «casa del pan»).

Así, para recrear el crucial acontecimiento debe conocerse lo que pasó antes y después del nacimiento y la llegada de los Reyes Magos. «Lo primero que hay que hacer -explica Juana- es darle una perspectiva correcta para que sea creíble. No recrear nada que no esté en la naturaleza ni cosas modernas». Deben de quedar reflejados momentos básicos de la Navidad: «la Anunciación a María, el Sueño de San José, la visita de María a su prima, el empadronamiento, el Nacimiento, la Anunciación a los Pastores, la llegada de los Reyes de Oriente, y huida a Egipto. Hay incluso quien incluye la degollación de los inocentes», enumera.

Eso sí, el centro de todo es el Pesebre, que puede estar en una cueva, un establo o una construcción en ruinas y en cuyo interior, más allá de polémicas recientes, siempre ha de estar José, María, el Niño Jesús, la mula y el buey, «porque así lo decía el Antiguo testamento: El buey conoce a su amo y el asno el pesebre de su dueño...».

En cuanto a las figuras, su creación es cosa aparte. La propia asociación utilizará para sus Belenes este año figuras de Juan Antonio Griñán, artesano de Murcia, y tiene a la venta figuras para quienes lo necesiten. Otra cosa será encontrar entre ellas personajes como el «Caganer». «En el Belén Hebreo no aparecen los personajes que salen en el Belén Popular, donde ya están todos los oficios que existían», explica Juana.

Paso a paso

Para construir la parte principal del Belén, el portal, ha de comenzarse a trabajar la base. El suelo se fabrica con corcho blanco que se lijará primero para darle rugosidad. Después se cortan los muretes del portal (que en este caso emulará una antigua construcción), utilizando plantillas de cartón. Una vez tengamos los muretes, también se lijan y pegan para unirlos a la base.

Cuando ambas partes están juntas se impregna todo de una mezcla de escayola, yeso fino de enlucir y cola de carpintero, dejándola secar durante un mínimo de 24 horas. Esta mezcla hará que se fije mejor la pintura después (además de permitir dar acabados diferentes según el lijado, pudiendo imitar cemento, ladrillo o madera).

El siguiente paso es pintarlo todo de un tono oscuro, que matizará después con otros más claros. Para rematar se decora al gusto, más con objetos vegetales que pueden encontrarse en el entorno.

La asociación

La Asociación Belenista Amics del Betlem de la Marina expondrá estas Navidades dos Belenes gigantes. Uno en Benissa, que inaugura el día 30 de este mes, y otro en la Casa del Fester de Benidorm, que inaugurarán el 13 de diciembre. La entidad cuenta con cerca de dos centenares de socios, los cuales mantienen la tradición del montaje de belenes en sus hogares, y participan activamente en divulgar y mantener vivo esta cristiana costumbre.

Entre los miembros de su junta figuran Paco Villacaña, Esther Delgado, Vicente Zaragoza, Juan Berenter y Juan Bello, además de Juana Moreno, que la preside. El taller de la asociación está en Altea, pero organizan cursos en los municipios de las dos Marinas dando cumplimiento a uno de sus principios: el fomento del belenismo.

Esta semana empiezan un nuevo cursillo en l'Alfàs del Pi.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats