La primera teniente de alcalde y concejal de Turismo y Escena Urbana, Gema Amor, ha calificado de «atentado al modelo turístico y urbanístico de Benidorm» la modificación de la línea de dominio público que pretende aplicar la Dirección General de Costas en la ciudad. «Estamos ante un decisión gravísima, una auténtica barbaridad que quiebra un modelo que parte en los años cincuenta, que es pionero en el desarrollo urbanístico de España, y no lo vamos a consentir de ninguna manera», indicó.

Amor, el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Vicente Juan Ivorra y los técnicos municipales han mantenido sendas reuniones con el sector hotelero y con los representantes de los edificios de uso hotelero y residencial para hacer un «frente común» a la propuesta de la Dirección General de Costas que modifica la línea de dominio público marítimo terrestre, anula el deslinde iniciado en el año 64 y regresa al existente anteriormente. Tanto los empresarios como los particulares afectados mostraron su «indignación, malestar y total rechazo» a la iniciativa del Gobierno de España y decidieron presentar alegaciones de forma conjunta, aseguraron fuentes municipales.

La decisión de Costas delimita la ribera del mar con una servidumbre de tránsito de 6 metros y otra de protección de 20 metros, afectando a más de 3.000 unidades (viviendas y unidades de alojamientos turísticos) que no podrán realizar ningún tipo de obra en sus fachadas, condicionando la imagen de la ciudad y, sobre todo, la seguridad de los transeúntes.

Amor explicó que es «trascendental para el futuro de la ciudad tumbar esta propuesta». «Cambiar una bombilla, repintar una farola o reformar un balcón requerirá de un trámite burocrático farragoso e innecesario entre administraciones, lo que sin duda va a provocar retrasos, y un importante deterioro en la zona más valiosa de nuestra escena urbana», alertó la edil. «No se podrá actuar en ningún sitio sin pedir permiso al Ministerio de Medio Ambiente», lamentó. «No podemos consentir este ataque a una de las pocas ciudades que funcionan en España gracias al turismo», dijo. «Ahí están los datos y la aportación de Benidorm al PIB, un modelo consolidado que no va a permitir esta tropelía», añadió Amor.

El concejal de Urbanismo reveló que mediante esta propuesta, la calle Virgen del Sufragio y las avenidas Alcoy y Madrid dejarían de ser un bien municipal, como así se trasladó al PGOU del año 90, y pasarían a manos del Ministerio, «perjudicando al municipio y a todos los edificios afectados». El edil ha afirmó que si se lleva a efecto esta norma, determinadas propiedades «tendrían que cambiar la titularidad, pasando de manos privadas a titularidad estatal, con las correspondientes modificaciones en el registro de la propiedad y posteriores concesiones administrativas. Es demencial».

Ivorra no entiende que Costas en su delimitación «considere innecesaria para el dominio público marítimo terrestre una zona muy delimitada como son las confluencias del Hotel Selomar, Bilbaíno, edificio Túgar y los apartamentos anexos al Hotel Colón y, por ello, el Ayuntamiento siguiendo ese mismo criterio, pretende que se amplíe a la totalidad del Paseo de Levante, ya que cuenta con las mismas condiciones de trama urbana e instalaciones de servicios públicos que la planteada por Costas». Ivorra recordó además que «hay precedentes» de que en municipios como Santa Pola, Guardamar o la ciudad de Alicante se conservan zonas excepcionadas y, por ello, reivindica para Benidorm esa misma consideración.