Hace un año le ponía nervioso dar una entrevista y hablar en público a las puertas de la iglesia de San Jaume y Santa Ana. Este fin de semana, tras meses preparando los festejos patronales y viendo que han terminado como esperaba, Vicente Solaz, presidente de los Mayorales de Benidorm 2014, hace balance- tranquilo y agradecido- de cómo ha salido todo.
¿Qué se lleva de este año?
Una gran satisfacción. Ni en mis mejores sueños pensé que podía salir todo tan bien. Ha sido mucho trabajo, muchas responsabilidades, pero hemos conseguido unas grandes fiestas.
Aún así, me gustaría pedir disculpas, en nombre de la comisión, si algún acto no ha salido como debiera o en algún momento hemos tenido algún fallo. Todos los mayorales hemos puesto el alma y el corazón en lo que hacíamos para que el pueblo de Benidorm se sintiera orgulloso de sus fiestas en el 274 aniversario del hallazgo.
¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de organizar unas fiestas de las que están pendientes miles de personas?
Con el equipo tan bueno que he tenido pocas han sido las dificultades. Todo ha salido rodado y por ello siempre les estaré agradecido. A ellos, a sus familias y sobre todo, a la mía por haber aguantado mis ausencias, les tengo mucho que agradecer. También a la concejal de Fiestas, Cristina Escoda, y la ayuda inestimable del mayoral en la sombra, Ginés.
También tengo que agradecer especialmente su trabajo a Manuel Pardo Díaz, uno miembros más activos de nuestra comisión, que se ha perdido las fiestas después de trabajar como el que más durante el año. No pudo disfrutarlas por una urgente operación quirúrgica de la que por suerte, se recupera satisfactoriamente, cosa que a todos nos alegra mucho.
¿Cuál ha sido el momento más emocionante que ha vivido?
El momento en que abracé a Arturo, mi mano derecha en esta aventura, tras escuchar el himno de Benidorm en la Entrada de Bandas. Lo pasamos muy mal pensando que no se podría interpretar el himno, más al ver la cara de decepción de los músicos, el llanto de la Reina Mayor, la gente que acudió a verlo... Pero tuvimos suerte, la lluvia nos dio una tregua que secó muchas lágrimas, y pudimos emocionarnos con el himno.
Este año ha tenido una de las Cortes de Honor más numerosas que se recuerdan ¿ Ha sido complicado?
La Corte de Honor depende e cada comisión. En principio queríamos una corte de nueve más nueve, con ocho damas más las reinas. Luego empiezas a ver en el buzón más y más solicitudes y te asustas un poco. Después vas haciendo las entrevistas a las niñas y simplemente piensas «¿cómo les vamos a decir que no?». Al final me he llegado a sentir como un rey mago cada vez que les decía que iban a ser damas y se les cambiaba la cara. Nos llamaron locos y hemos terminado locos, pero por nuestra Corte de Honor.
Este año han impulsado el «Benidorm Music Festival» de les Festes Majors Patronals ¿ un gran reto?
Simplemente queríamos hacer algo grande, un festival con músicos y bandas de primer nivel y lo logramos. Pese al golpe que sufrimos con la baja de Mojinos, unas horas después de comunicarlo firmamos con M-Clan y al final ha salido todo redondo.
Otro aspecto que ha caracterizado su presidencia ha sido el haber involucrado más a la Iglesia en los actos, haciendo pregonero al párroco de San Jaime e invitando a realizar la misa de la patrona al antiguo sacerdote destinado en el templo.
Una persona muy conocida de Benidorm fue quien nos propuso a Don Luis cuando estábamos dándole vueltas sobre quién sería la persona idónea y fue un acierto. El mismo día en que se lo propuse se mostró muy contento y orgulloso por poder dar el pregón. En cuanto a Jose Luis Úbeda, actual vicario general de la Diócesis de Orihuela-Alicante, el ofrecimiento fue por amistad personal. Él me casó y cuando estás en esto quieres tener cerca a las personas que quieres.
¿Cuánto costaron finalmente las fiestas y cómo se coordinaron para que no se disparase el presupuesto?
Las fiestas han salido por unos 400.000 euros utilizados casi haciendo encaje de bolillos, calculando con precisión. Estamos muy contentos con los resultados.
