El obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesus Murgui, acudió ayer a la Vila Joiosa para proceder a la bendición del Cristo que desde su consagración preside el altar Mayor del nuevo templo del municipio, denominado Cristo Resucitado.

El acto se desarrolló con el párroco de La Vila y vicario episcopal de la Marina Baixa y Calp, Juan José Ortega, además de contar con la presencia de los familiares de Rafael Pi Belda, el escultor valenciano que confeccionó la pieza antes de fallecer en 2012.

Según explicó Ortega, el escultor «se mostró muy interesado en realizar el Cristo desde el primer momento en que supo que iba a edificarse la nueva iglesia», sin embargo, falleció nada más acabar el boceto en barro.

Su muerte hizo pensar que la ejecución en bronce de la obra se retrasaría, pues la parroquia no podía afrontar su pago por «dificultades económicas» motivadas por «tener que costear la hipoteca de la construcción del complejo parroquial y la rehabilitación de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción (del siglo XVI, declarada Bien de Interés Cultural). Sin embargo, al conocer tal circunstancia, la familia del escultor decidió regalar a la parroquia la totalidad de la obra, ya en bronce, «para que la obra póstuma de su esposo y padre pueda ser colocada en el lugar para el que realizó su boceto».

Destaca, por otra parte, que ni el escultor ni su familia fueron oriundos de La Vila, si bien contaban con una segunda residencia en el municipio.

El artista

Entre las obras más representativas y de mayor tamaño de Rafael Pi Belda figuran «Los Caballos del Vino» en San Juan de la Cruz, «El Moro y el Cristiano» y Viacrucis en Caravaca de la Cruz (Murcia), Cristo Crucificado y San Luis en Valencia; Pantocrátor en Gandía (Valencia); Conde de Aranda en L'Alcora (Castellón), Cristo de la Vega en Calasparra (Murcia).

Sus obras de pequeño formato están en diferentes museos de Murcia y Valencia.