Una noria volverá a dar vueltas en la Feria de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm tras casi una década sin presencia en la ciudad. Técnicos del área de Ingeniería del Ayuntamiento autorizaron ayer la apertura de 33 atracciones mecánicas y casetas en el Recinto Ferial, tras verificar toda la documentación presentada por la empresa organizadora del montaje. Entre ellas, cómo no, destaca una imponente noria y otro aparato mecánico de entre 30 y 40 metros de altura, que pretenden hacer las delicias de los amantes del riesgo hasta el próximo domingo, día 16, cuando se clausurarán las atracciones.

La edil de Fiestas, Cristina Escoda, explicó que, como años atrás, ayer a media mañana todavía quedaba por entregar numerosa documentación relativa a las atracciones mecánicas. Todas ellas, para poder obtener licencia, deben presentar distintos certificados, como el de haber pasado la inspección técnica, disponer de seguro de responsabilidad civil o todas las especificaciones sobre el montaje y la seguridad de las mismas. Escoda agregó que, también como es habitual desde hace años, los organizadores de la feria acabaron por presentar todos los certificados pasado el mediodía, y, una vez en manos del Consistorio, fueron validados por los técnicos para autorizar su apertura desde primera hora de la tarde.

Cordón en el talud

Entre las principales novedades de este año, tanto el presidente de la Comisión de Fiestas, Vicente Solaz, como desde el área de Ingeniería destacaron el regreso de una gran noria, uno de los aparatos con más atractivo de toda feria que se precie, pero que en Benidorm llevaba años sin levantarse. El motivo no es otro que los problemas registrados en el Recinto Ferial durante las Fiestas Mayores Patronales de 2005, en las que las intensas lluvias provocaron un corrimiento de tierras en la zona más próxima al talud que da al parque de l'Aigüera y que obligó a clausurar varias atracciones y a desmontar la inmensa noria que se instaló aquel año, ante el riesgo de que pudiera venirse abajo. Los hechos volvieron a repetirse en 2012, aunque esta vez tan sólo hubo que cerrar varios aparatos por seguridad y no fue necesario desarmar ninguno de urgencia.

Desde aquellos hechos, también este año el Ayuntamiento ha sido riguroso a la hora de obligar a las atracciones a respetar un perímetro de unos diez metros de distancia sobre el talud para no montar ninguna atracción, a lo que se suma la reubicación de las de mayor peso en la parte más lejana a éste, con el fin de evitar nuevos incidentes.

Paralelamente a la inauguración de la feria, que acogió a decenas de niños por ofrecer descuentos, también ayer quedó inaugurado el Porrat de la vía Emilio Ortuño, que cuenta con alrededor de medio centenar de casetas con productos artesanos y de feria. Este mercado también estará abierto hasta el próximo día 16.