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Benidorm detecta en sus cementerios más de un centenar de nichos morosos

Una revisión del censo saca a la luz 105 enterramientos cuyo alquiler venció hace años

Benidorm detecta en sus cementerios más de un centenar de nichos morosos

La muerte a veces es tan paradójica que hace que los difuntos no puedan liberarse de sus deudas ni siquiera en el más allá. Eso es lo que ha detectado el Ayuntamiento de Benidorm en una revisión de su censo de enterramientos, que ha sacado a la luz la existencia en los cementerios municipales de 105 nichos morosos. Todos ellos corresponden a sepelios que se produjeron hace cerca de veinte años, entre 1990 y 1995, y cuyos contratos de alquiler vencieron una década atrás sin que ningún heredero haya mostrado intención de renovarlos ni de seguir pagando el alquiler. De ahí que el Consistorio haya iniciado distintos expedientes para desahuciar estos enterramientos, de los cuales ya ha ejecutado 35, en la totalidad de los casos en el cementerio nuevo, el de Sant Jaume.

El departamento municipal de Cementerios inició en 2011 un minucioso proceso de revisión de los contratos de arrendamiento en el camposanto, como consecuencia de la falta de espacios y la necesidad de revisar todas las fuentes de ingresos municipales para hacer frente a la crisis. En este proceso, que abarca los años 1990 y 1995, han salido a la luz los 105 nichos antes citados, aunque fuentes del área afirman que, conforme vayan avanzando en la revisión, «saldrán muchos más casos».

La ordenanza municipal ofrece dos posibilidades para enterrar a los difuntos: un alquiler por diez años, que tiene un coste anual de 484,87 euros; o una cesión por 75 años, cuyo precio se eleva a los 1.025,15 para los nichos sencillos y 2.050,30 para los dobles. En la mayoría de casos en los que se ha procedido a la exhumación se suman dos circunstancias: por un lado, que todos los contratos habían vencido y no se habían renovado en años; por otro, que el Ayuntamiento no ha conseguido localizar a ningún heredero que se hiciera cargo de la renovación, a pesar de haber intentado notificar la situación irregular en la que se encontraban y haber recurrido, incluso, a publicar anuncios en el Boletín Oficial de la Provincia.

Ahora, tiene abierto un expediente con los 63 casos restantes, en los que, de seguir sin poder localizar a ningún familiar, se procederá a sacar al finado del ataúd, reducir los restos y trasladarlos a unos nichos que se emplean a modo de fosa común. A pesar de todo, el Consistorio ejecuta este procedimiento con cautela: «Los restos que se exhuman y se introducen en estas fosas están localizados en todo momento por si algún heredero los reclamara, que nunca se sabe», señalan desde el área de Cementerios.

Paralelamente, el Ayuntamiento también ha sufragado hasta el mes de septiembre con fondos procedentes del área de Bienestar Social un total de 11 sepelios a personas sin recursos para asumir los gastos. Son los que denominados «entierros de beneficencia», que en los últimos años también han registrado un ligero incremento: de nueve casos en 2010, a 10 en 2011, 12 en 2013 y 13 el pasado año.

Lo que el Consistorio sigue hasta la fecha sin pasar al cobro es la tasa de mantenimiento de cementerios, aprobada con el plan de ajuste de 2012 y que se fijó en 15 euros anuales para nichos y 25 en el caso de los panteones. Fuentes municipales señalaron que esta tasa está «congelada por dificultades en su aplicación» y que, de momento, no hay intención de hacerlo.

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