El trenet cumple 100 años en Altea. El 28 de octubre de 1914 llegaba el primer convoy procedente de Alicante con ancho de vía métrica y tracción a vapor y nueve meses después, el 11 de julio de 1915, se completaba el trayecto hasta Dénia.

La llegada del ferrocarril por la costa revolucionó las comunicaciones en la comarca, primero con las mercancías y después para los pasajeros. Y para conmemorarlo Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y el Ayuntamiento de Altea han programado una serie de actividades que se desarrollarán a lo largo del próximo mes de noviembre, informaron desde FGV.

Así, la Fonda «El Gran Hotel La Marina», situada junto a la estación de Altea, acogerá una exposición sobre el trenet de La Marina, que permitirá ver cómo se organizaba la circulación en una estación, así como los elementos que utilizaba la brigada de Vías y Obras para desempeñar sus funciones diarias y, por último, una temática relativa a los efectos que la puesta en marcha del trenet produjo sobre el desarrollo social y económico de Altea y comarca. Esta muestra está compuesta por piezas de material ferroviario, documentos y fotografías inéditas, aportados por aficionados al ferrocarril de la zona y del archivo de FGV. La Casa Fonda, propiedad de Ximo Romà, fue construida tras la llegada del tren a Altea y mantiene el mobiliario original de principios del siglo XX.

Además, en el antiguo depósito de locomotoras de la estación se ubicará una reproducción a escala de la estación de Altea construida por Vicente Serrat, así como diferentes elementos ferroviarios. De manera paralela, se han organizado visitas guiadas a las exposiciones y conferencias sobre el trenet desde diferentes puntos de vista: histórico, técnico y social. El montaje de las exposiciones y la coordinación de las visitas guiadas y conferencias las llevarán a cabo Vicente Serrat (jefe de estación de Altea desde 1990 a 2013) y el historiador Juan Vicente Martín Devesa.

En los primeros años de su historia el tren transportaba hasta Alicante y su puerto las más variadas mercancías de La Marina, como pasas, frutas, hortalizas, vinos, juguetes o material de construcción, y al regreso el guano que llegaba al puerto y los granos y harinas de La Mancha, que llegaban por ferrocarril.

Altea, Benidorm y Calp vieron facilitado el transporte de mercancías y viajeros, muy especialmente, a partir del crecimiento demográfico que se experimentó con la llegada del turismo. Pese al auge del transporte por carretera a partir de la mejora económica de los años 50, el ferrocarril cumplía una función social muy importante como medio de transporte económico, aunque no se pudo evitar la práctica desaparición del transporte de mercancías entre los años 40 y 50, recordaron las mismas fuentes.

En cuanto al transporte de viajeros, experimentó un notable aumento a partir de los años 40, cuando duplicó el número de viajeros anuales. Si, entre 1917 y 1936, la media anual estaba en 240.000, entre 1940 y 1950 pasó a superar los 550.000. Y, en la época en que el ferrocarril era explotado por FEVE, concretamente en 1973, se superó la cifra de 1.100.000 viajeros, coincidiendo con la inauguración del primer tren turístico de España, «Limón Exprés» dos años antes manteniéndose la tendencia en aumento hasta su traspaso definitivo a la Generalitat en 1986. El 10 de noviembre se crea FGV y la línea pasa a depender de ésta. En el momento de su traspaso, el parque motor estaba compuesto por 8 unidades automotoras MAN de dos coches motor-motor, equipadas con un motor Pegaso de 210 CV; tres locomotoras Batignolle serie 1200; un vagón de socorro (automotor Billard reformado) y 12 coches de viajeros de época para el «Limón Exprés».

Coincidiendo con este centenario, FGV está renovando la Línea 9 del TRAM de Alicante que une Benidorm y Denia, a través de un Plan de Modernización, dotado con más de 40 millones de euros.

Pese a las inversiones, llama la atención que hoy en día el trenet tarda 25 minutos más en cubrir el trayecto Alicante-Altea que en 1968, una hora y treinta y cinco minutos.