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El sector comercial alerta de que las grandes superficies pondrían en peligro sus empleos

Aico considera que el Ayuntamiento debería cuidar la escena urbana del centro, antes de adoptar medidas para abrir la puerta a macroproyectos

El sector comercial alerta de que las grandes superficies pondrían en peligro sus empleos

La medida con la que el Ayuntamiento de Benidorm quiere desbloquear el veto que hasta ahora tienen los grandes centros comerciales en la localidad no parece haber sentado a todo el mundo igual de bien. Sobre todo al pequeño comercio, que mira con ojos recelosos esta propuesta municipal con la que se permitirá legalizar la superficie comercial de la estación de autobuses y, sobre todo, impulsar el macrocomplejo proyectado por la multinacional Unibail Rodamco en el polígono industrial.

Un planteamiento que la Concejalía de Urbanismo lleva el lunes al pleno y se basa en una reinterpretación del artículo 112 de la normativa urbanística local, que establece el tipo de comercios que se autoriza implantar en esta localidad.

La Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm (Aico) no encuentra tan positivo como el equipo de gobierno el desembarco en Benidorm de gigantescas superficies comerciales. «Nosotros creemos que es un error. Siempre se venden este tipo de proyectos con el número de contratos que van a generar, pero no cuentan el número de personas que van a perder sus empleos en los pequeños comercios del casco urbano», indica a este diario el presidente de Aico, Rafael Gasent. En su opinión, la introducción de un gran centro comercial debería compensarse con una potenciación de la zona del centro, «cuya escena urbana está bastante dejada de la mano de Dios», matiza.

Desde su punto de vista, el Ayuntamiento, antes de abrir la mano a estas enormes superficies, debería preocuparse de aspectos como la iluminación del casco antiguo, la falta de plazas de parking en esta zona o de crear una ordenanza con la que se consiga una unificación estética en la zona.

Rafael Gasent subraya que esta apuesta municipal por nuevos centros comerciales va a cargarse gran parte del comercio histórico de la ciudad. «Ya contamos con una gran superficie en Finestrat. Ahora están tratando de levantar otra en Benidorm. La clientela no se va a triplicar, por lo que al final, si lo nuestro no se potencia con medidas reales, está claro quiénes van a ser los perjudicados», argumenta.

Gasent también considera que el Consistorio benidormense debería aplicar fórmulas para, por ejemplo, diversificar el tipo de negocios que se abren en Benidorm, ya que, según su punto de vista, no existe una coherencia en este sentido.

«A lo mejor hay cientos de comercios del mismo palo en un sitio y ninguno de otro tipo que quizá sería necesario. Nosotros propusimos un plan hace años para informar a los emprendedores de los negocios que hay en Benidorm, de cara a sus nuevas propuestas. El Ayuntamiento lo tuvo en cuenta pero, finalmente, todo se quedó en agua de borrajas», recuerda el presidente.

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