La incertidumbre sobre cómo evolucionarán los mercados turísticos de cara al invierno, unida a la congelación del Imserso y unos precios tan ajustados que apenas generan beneficios, ha disparado por segundo año consecutivo en Benidorm el cierre de hoteles durante la temporada baja. Así se desprende del estudio elaborado por la patronal hotelera Hosbec, según el cual la ciudad sacará del mercado entre noviembre y mayo el 30,1% del total de su oferta, cuando en 2013 la cifra alcanzó el 28%.

En su conjunto, el número de establecimientos que han optado por bajar la persiana a partir de la segunda quincena de noviembre, tras las Fiestas Mayores Patronales, abarcará los 43 hoteles, dos más que el invierno anterior. En volumen de camas, la cifra representa 10.852 plazas, mil más que las 9.826 que dejaron de estar operativas hace un año. De modo que, a partir de noviembre, muchos establecimientos harán EREs temporales, recurrirán a la fórmula de fijos discontinuos de sus plantillas o darán a sus empleados todas las vacaciones de golpe por el periodo en que tienen previsto cerrar.

Con estos datos, Benidorm vuelve a alcanzar máximos históricos en cuanto al cerrojazo invernal de su planta hotelera. Como ejemplo, basta con comparar con los datos de 2008 cuando empezaban a notarse los primeros coletazos de la crisis. Entonces, la clausura por temporada baja afectó a 26 hoteles y 5.053 plazas, menos de la mitad de las que lo harán ahora. La cifra actual también está por encima del número de hoteles que cerraron el pasado año y, además, de los que lo hicieron en 2012 -38 establecimientos y 7.400 plazas- y 2011 -34 hoteles; 7.200 camas-.

No obstante, aunque desde la patronal hotelera indicaron que la mayor parte de los establecimientos que prevén cerrar sus puertas, el 67,2%, lo harán por fin de temporada, también hay otro 30,3% que cesarán su actividad para acometer obras de reforma y mejora de su oferta de cara a la próxima temporada alta. La cifra de los hoteles que prevén realizar inversiones supera en casi cinco puntos la del año anterior, cuando sólo el 25,7% de los que cerraron lo hicieron con motivo de una reforma. El 2,6% restante ha planificado un «cierre especial para posibilitar el disfrute conjunto de las vacaciones del personal».

Aunque la temporada baja comprende el periodo comprendido entre noviembre y abril, el grueso de los cierres en la ciudad se producirá en los meses de diciembre -después de las Fiestas Patronales-, enero y febrero, cuando la reducción de camas oscilará en una horquilla de entre 5.800 a 7.800 plazas.

Otros alojamientos

Por lo que se refiere a apartamentos turísticos y campings, mantendrán abierto un porcentaje mayor de plazas que los hoteles. Los primeros, el 87,9% de su oferta y quienes cierran, lo harán mayoritariamente por obras. Los campings tendrán operativa el 86,5% de su capacidad, según Hosbec.