«Para nosotros es todo un reto». El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, mostró ayer su confianza en que la experiencia de albergar el próximo lunes el primer crucero que fondea en la bahía permita consolidar a la ciudad como puerto de escala de nuevos cruceros. Así lo trasladó ayer tras una reunión conjunta entre los miembros de la junta local de seguridad y representantes de la empresa Pérez y Cía, la responsable de la llegada del MS Amadea, de la compañía alemana Phoenix Reisen y con 528 viajeros a bordo, hasta la costa de Benidorm. Ahora bien, aunque la ciudad tiene previsto cuidar hasta el más mínimo detalle para que esta experiencia suponga un «punto de inflexión» y permita atraer a más navieras, posiblemente no será hasta pasado 2016 cuando otros buques incluyan, si así lo deciden, esta parada en su programación.
David Fernández, director de operaciones de navegación en Alicante de Pérez y Cía, explicó que la escala de Benidorm llevaba programada «casi dos años», puesto que una de las principales particularidades de estas rutas turísticas es que «se diseñan y organizan con mucha antelación». De ahí que, aunque indicó que hay importantes compañías de cruceros interesadas en incluir a la ciudad dentro de sus programaciones, tanto de Reino Unido como la división de cruceros de National Geographic, las nuevas escalas se planificarán «a largo plazo, con un año y medio o dos años de margen».
Pase lo que pase hasta entonces, lo que ya es seguro es lo que ocurrirá este lunes. El MS Amadea fondeará en la bahía en torno a las 6.30 de la mañana y los 528 viajeros que traslada, en su mayoría jubilados alemanes y también de otros países, como Suiza o Luxemburgo, empezarán a llegar al puerto a bordo de pequeños botes alrededor de una hora después. Una vez en tierra, encontrarán un completo programa organizado por el Ayuntamiento, la Fundación de Turismo y algunas asociaciones empresariales, como la de comerciantes, Aico; la de restauradores, Abreca; o la de locales de ocio, Ociobal, en colaboración con el puerto, para que «todo sea de su agrado».
Fiesta de bienvenida
La edil de Turismo, Gema Amor, explicó que la zona del puerto acogerá una recepción para todos los visitantes, a los que se les entregarán folletos de Benidorm y unas chapas en las que se indica que son turistas del crucero para que en los locales los puedan reconocer. También se colocarán banderolas de bienvenida y letreros en alemán en bares y comercios, indicó Amor. A partir de ahí, está previsto que establecimientos de la zona de tapeo de la calle Santo Domingo organicen actuaciones de música en directo, al igual que algunos pubs del paseo marítimo de Levante. Por último, para despedir a los cruceristas, distintos restaurantes elaborarán en el puerto ocho platos de arroz, para ofrecer a los viajeros una degustación gratuita antes de que regresen al barco.
Una ciudad abierta
Paralelamente, el Ayuntamiento ha organizado todo un dispositivo especial relacionado con otras materias, como la movilidad y la seguridad. Por un lado, se modificará la parada de taxis de la avenida de Los Almendros para situar en esta zona los autobuses que recogerán a 280 cruceristas para llevarlos de excursión por distintos puntos de la provincia, como Alicante, Guadalest, Altea, Calp, Xàbia o Dénia, mientras que los 248 restantes permanecerán las cinco horas en la ciudad.
También está previsto reforzar la presencia policial en el entorno del puerto, tanto con agentes locales como nacionales, aunque «sin que su presencia sea excesiva y pueda llegar a alarmar», explicó Navarro. La Policía Nacional desplazará al puerto efectivos del servicio de atención a extranjeros (SATE), para agilizar la tramitación de cualquier incidencia que pueda surgir.
Asimismo, se ha modificado el horario de carga y descarga en las principales calles del centro, entre ellas el Paseo de la Carretera, que no se podrá realizar hasta las 13 horas, cuando este hotel flotante vuelva a levar anclas rumbo a Dénia.
El Ayuntamiento abrirá desde primera hora algunos puntos que considera de «interés turístico», como el Museo Naval o la iglesia de San Jaime y Santa Ana y ha pedido a las tiendas, sobre todo del centro, que también adelanten su horario de apertura comercial a las ocho de la mañana. «Queremos que cuando lleguen los cruceristas vean que Benidorm es una ciudad abierta y viva», apostilló el primer edil. De paso, con este adelanto de horarios los comercios podrán aprovecharse para incrementar sus ventas.
