Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marina Baixa

Las lluvias no evitan que los pantanos alcancen mínimos

El Amadorio sólo cuenta con 2,08 hectómetros cúbicos y el de Guadalest tiene 4,32

Las lluvias no evitan que los pantanos alcancen mínimos

«Mucho ruido y pocas nueces», es la frase más escuchada entre algunos agricultores de la Marina Baixa cuando alguien les comenta el efecto de las últimas lluvias tanto del pasado domingo como del último mes de septiembre. Sólo tienen que mirar hacia los pantanos de la comarca: el Amadorio y el de Guadalest. Ninguno de ellos, a principios de octubre -que es cuando arranca el año hídrico-, ha presentado niveles tan bajos de agua embalsada en los últimos diez años. El primero, según datos del 6 de octubre de la Confederación Hidrográfica del Júcar, sólo cuenta con 2,08 hectómetros cúbicos. Y el segundo, en esta misma fecha, con 4,32.

El Amadorio, en la última década, la cifra más baja que había soportado en estas mismas fechas era la de 3,87 hectómetros cúbicos en 2006. El de Guadalest 6,19 hace ahora justo diez años (en octubre de 2004). Los números son más preocupantes si se analiza el bajón padecido en el último año. El Amadorio ha sufrido una reducción de su agua embalsada de alrededor de un 74% mientras que el de Guadalest, de un 41%.

Las lluvias del último mes parecen haber sido improductivas tanto para los pantanos como para la agricultura de la comarca. Según datos del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, han caído alrededor de 40 litros por metro cuadrado, con muy poca incidencia en las localidades de interior, que es donde se suelen precisar más recursos hídricos. De hecho, los 29 litros por metro cuadrado que cayeron el pasado domingo en 80 minutos no tuvieron apenas incidencia ni en el campo ni en las presas, ya que se concentraron en la zona de Benidorm y de El Albir.

El catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, tiene la clave de por qué las lluvias de la Marina Baixa han sido tan insuficientes. «Los vientos que arrastraban esas tormentas eran básicamente del sur. En estos casos no se suelen dar apenas lluvia en la Marina Baixa. No han entrado vientos del este o del noreste, que son los que dejan buenas cantidades en esa comarca alicantina», recalca.

Olcina afirma además que, para los próximos días, no hay previsto ningún cambio de tiempo radical. Sólo se espera que el fin de semana pudiera volver a llover en forma de tormenta, pero tampoco en gran cantidad.

La agricultura mira al cielo

Esteban Soler López, ingeniero agrónomo de la cooperativa agrícola de Callosa d'en Sarrià, recuerda todas esas tormentas, cargadas de rayos y truenos, que les visitaron en septiembre, «pero que sólo dejaron en nuestro municipio 20 litros por metro cuadrado. Un día caen 3 litros, otro 4, otro 5... Si no caen 20 de una, no hacemos nada», subraya el ingeniero.

Soler López comenta que «donde más ha llovido ha sido en La Vila y en Benidorm, en localidades costeras. Pero en el interior ha caído muy poco». Para este ingeniero agrónomo, el hecho de que llueva en zonas como Callosa es importante, «porque el agua que cae en La Vila se va al mar, pero aquí tenemos acuíferos, y si las nubes nos dejan una buena cantidad, tiene el agua asegurada toda la comarca».

Sin embargo, Soler López no desmerece ni una gota. Para él, 20 litros por metro cuadrado valen más que nada, «pero sólo han servido para quitar el polvo de los cultivos, tras el duro año de sequía que estamos pasando». También agradece que no hayan caído piedras ni trombas que pudieran haber estropeado la producción.

El director del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Francisco Santiago, comenta que, a pesar de estas cifras, el agua de los cultivos está asegurada con los recursos de los que se dispone. También cree que algunos agricultores han podido aprovechar las lluvias para dejar de regar durante esos días.

En la cooperativa agrícola de Altea confirman que alguno de sus productores ha cortado el riego durante dichas jornadas, «aunque sólo los que tienen planta más joven». Según esta agrupación, las últimas tormentas han venido bien para limpiar las plagas y para la floración del níspero.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats