Primero hubo palabras y después, truenos. Las tropas moras y cristianas de Benidorm protagonizaron ayer la segunda batalla de sus festejos para intentar colocar en lo más alto del castillo la bandera de sus reyes, Luís García, de la filá Tuareg, por el bando de la Media Luna y Francisco Martínez Losada, de la filá Cruzados, por el de la Cruz.

El acto se inició pasadas las seis de la tarde y congregó a decenas de curiosos en la calle Gambo para seguir en directo las embajadas y el alardo, que se prolongaron durante cerca de dos horas y recorrieron, también, las calles adyacentes.

Los Moros y Cristianos celebran este año el 25 aniversario desde la creación de estos festejos, que logran resistir a pesar del importante bajón en el número de festeros y de filás desde que arrancó la crisis. Hoy celebrarán otro de los actos centrales, la Entrada Mora y Cristiana, a partir de las 20 horas.