«¡Basta de amenazas!». Se trata de una de las máximas que se pueden leer en las octavillas con la que la Asociación «Veïns de La Nucía» anuncia su manifestación del próximo sábado, en la que denuncian la presión fiscal a la que dicen estar sometidos por parte del Ayuntamiento y el «despilfarro» en el gasto que consideran que está llevando a cabo el equipo de gobierno, del PP. La protesta comenzará a las 18.30 horas y partirá de la avenida Marina Baixa, frente al Hostal Sunami.

El portavoz de la asociación, Manuel García, aseguró a este diario que desde el entorno del Ayuntamiento y del Partido Popular se han efectuado llamadas tanto a vecinos como a comerciantes para que no acudan a la manifestación. «Incluso a algunos le han hecho firmar un documento para que se opongan a esta protesta», indicó Manuel García, a la vez que recordó que «existe una red clientelar en este pueblo con respecto al equipo de Bernabé Cano y continúa habiendo miedo por parte de algunos vecinos, aunque desde la manifestación del año pasado ya hay mucho menos».

En un comunicado que esta asociación difundió ayer a los medios de comunicación, se indicaba que el Consistorio nuciero trata de «boicotear» la protesta. Una denuncia a la que quiso responder ayer el equipo de gobierno, asegurando que «son acusaciones falsas». Fuentes municipales comentaron que el Ayuntamiento «denunciará ante los juzgados las falsedades que está vertiendo esta agrupación vecinal con respecto a este tema de manera reiterada». No obstante, precisaron que respetan la libertad de manifestación.

Fuentes directas del entorno empresarial de La Nucía, no vinculadas a esta asociación, indicaron que no conocían ninguna noticia sobre un presunto boicot del Ayuntamiento de esta protesta. «Lo que sí nos ha llegado es que a algunos comerciantes les han hecho firmar para que cambien el recorrido de la manifestación, por si podía perjudicarles la muchedumbre a sus negocios», argumentaron estas fuentes, que prefirieron no identificarse.

Las reivindicaciones de la agrupación vecinal continúan siendo las mismas: que se realice una revisión catastral para que baje el tipo impositivo y que se revisen los pliegos de condiciones de los contratos del agua y la basura, cuyas tasas les parecen «desproporcionadas». «También creemos que otra política de gasto es posible. Ya está bien de inauguraciones de centros sociales que luego hay que mantener y son de dudosa utilidad. No son tiempos para estas alegrías», dijeron.