El turismo ruso sigue creciendo en Benidorm. Y ello, a pesar de los malos augurios provocados la pasada primavera por las consecuencias que la crisis de Crimea podría tener sobre el sector turístico, que apuntaban a posibles caídas de entre un 20 y un 40 por ciento. Así lo constatan los datos publicados ayer por la patronal hotelera Hosbec, según los cuales, la provincia de Alicante y principalmente Benidorm han reforzado su posición como destino vacacional para los clientes del Este a pesar del conflicto de Ucrania y del descenso generalizado de clientes del mercado ruso que se ha producido en otros destinos, como las playas de Catalunya.

Los turistas procedentes de Rusia generaron durante la primera quincena de este mes de agosto cerca de mil estancias diarias en los hoteles de Benidorm, tal y como refleja el balance de ocupación realizado por la asociación turística. En concreto, dicho mercado realizó en los hoteles de la ciudad algo más de 12.000 pernoctaciones en los quince primeros días del mes y duplicó sus cifras de producción hotelera con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta situarse como cuarto país emisor de turistas hacia Benidorm con una representatividad del 2,2 por ciento sobre el total de la demanda, por encima de mercados tradicionales como el holandés (1,6%).

Desde Hosbec definieron ayer este fenómeno como «la gran esperanza rusa», sobre todo teniendo en cuenta las cifras de este mercado que se manejan en otros puntos turísticos del país. Como ejemplo, basta con observar los datos de Catalunya, donde se concentra el 60% de los viajeros rusos que llegan a España. Las cifras oficiales de esta comunidad apuntan a un descenso de llegadas del 14% en el mes de junio, del 18% en julio y de hasta el 20% de previsión para este mes de agosto, números que contrastan en gran medida con los que está obteniendo la provincia.

El presidente de la patronal hotelera, Antonio Mayor, destacó que el pasado mes de julio el aeropuerto Alicante-Elche recibió un 32% más de viajeros llegados desde Rusia que en el mismo periodo de 2013. O dicho de otra manera, volaron a la provincia alrededor de 28.000 viajeros. A juicio de Mayor, «estos datos confirman que Benidorm y la Costa Blanca han apuntalado su importancia en este mercado», tras lo cual avanzó que las previsiones para las próximas campañas de otoño e invierno apuntan a que «puede asentarse como un mercado continuo para todo el año», gracias al trabajo que está realizando sobre el terreno la Fundación de Turismo de Benidorm.

El dato global, estable

Al margen de la evolución en positivo experimentada por el turismo ruso en Benidorm, los hoteles de la ciudad cerraron la primera quincena del mes de agosto con una ocupación media del 91,6%, 1,2 puntos por debajo del registro obtenido en el mismo periodo de 2013, y con picos de hasta el 95,9% en los hoteles de dos estrellas. La patronal turística atribuyó esta caída al nuevo descenso experimentado por los dos principales mercados, el español y el británico, que unidos representan el 85% del total de las pernoctaciones hoteleras. El turismo interno descendió un 7% con respecto a 2013 y ocupó el 50,1% de las plazas reservadas mientras que el procedente de Reino Unido fue un 5% inferior, con una presencia del 34,2%.

La pérdida de visitantes de ambos países fue compensada gracias a los datos en positivo registrados por Rusia y otros mercados minoritarios. Portugal, Bélgica y Holanda crecieron en este periodo entre un 20 y un 25% frente al pasado año, hasta representar el 4,6, 2,8 y 1,6% del total de la demanda, respectivamente. Para esta quincena del mes, el volumen de reservas hoteleras alcanza ya el 86,6%, según Hosbec.