Tras un inicio de la temporada alta por debajo de los niveles de ocupación esperados, Benidorm vivió ayer, lunes, el inicio de la que se perfila como la semana grande del verano. La masiva afluencia de turistas y visitantes desde primera hora obligó a la Policía Local a poner en marcha el dispositivo especial de tráfico para aligerar la circulación rodada en los principales accesos a la ciudad por la zona de Levante, desde la autopista AP7 y la carretera Nacional 332, debido a que los vehículos colapsaron algunas de las principales arterias urbanas, como la avenida Comunidad Europea, Europa, Comunidad Valenciana y Alfonso Puchades, desde donde el tráfico se redistribuye hacia otras zonas.
Conductores y agentes de la Policía destacaron que el de ayer fue el primer atasco importante del verano, junto a los que ya se registraron en esta misma zona durante el fin de semana, primeros días en los que funcionó este dispositivo especial que también tuvo que desplegarse ayer, entre las 9.30 y las 13.30 horas. Asimismo, desde la Policía Local indicaron que este operativo, en el que participaron unos siete agentes, «era habitual todos los días de julio y agosto hasta hace tres o cuatro años», cuando se produjo el bajón de visitantes debido a la crisis, y que exceptuando los días de Semana Santa, en 2014 aún no había sido necesario activarlo hasta estos días.
Los agentes de la unidad de Tráfico de la Policía Local se desplegaron en la rotonda que une las cuatro avenidas antes mencionadas y en otros puntos del Rincón de Loix, sobre todo en los más próximos al parque acuático Aqualandia, uno de los principales reclamos turísticos de Benidorm en estos días de intenso calor. Asimismo, las vías más próximas a las playas también fueron uno de los puntos calientes de circulación, aunque no hubo tanta concentración de tráfico como en los accesos a la ciudad. Y lo mismo ocurrió en el centro urbano, donde también hubo retenciones, pero de manera más puntual.
Previsiones al alza
Y todo apunta a que los colapsos vividos ayer no serán puntuales. Al menos, si atendemos a las previsiones que baraja la patronal hotelera para estos días. Fuentes de Hosbec avanzaron ayer que la primera quincena de agosto está funcionando «mejor de lo que se podía pensar hace un par de semanas», cuando se encendieron todas las alarmas al comprobar que todavía quedaba por vender más de un 15% de las camas; o dicho de otra forma, unas 6.000 plazas hoteleras.
Los datos aportados ayer desde la principal agrupación hotelera de la Costa Blanca reflejan que las previsiones iniciales para la ciudad están yendo al alza gracias a las reservas de última hora. Los empresarios confían en que, de cara a mitad de semana, entre el jueves y el domingo, los hoteles alcancen prácticamente el lleno gracias al festivo del 15 de agosto.
