Moraira también se suma al debate de cómo conciliar el descanso de los turistas y la vida nocturna. Varios empresarios de locales con terrazas, así como sus trabajadores, han realizado desde el jueves protestas contra la ordenanza que les obliga a retirar las mesas y sillas de la vía pública a la 1.30 horas los viernes y sábado y a la una el resto de días. Afirman que los turistas incluso se están marchando a otros pueblos que tienen una normativa más laxa.