Colgados. La Conselleria de Educación ha dejado sin plaza a 25 estudiantes que cursaban sus estudios en el instituto Mediterrània de Benidorm por no aprobar todas las asignaturas en el mes de junio, lo que ahora, si nada lo remedia, les obligará a cambiar de centro para poder seguir estudiando los dos cursos que les quedan. Así lo denunció ayer una representación de padres de los estudiantes afectados, que junto con el Ayuntamiento han remitido a la Conselleria y a la Dirección Territorial de Educación una solicitud para que habilite un aula adicional de Bachillerato mixto en el IES Mediterrània para evitar que todos estos jóvenes tengan que ser trasladados de centro, lo que les obligaría a desplazarse varios kilómetros -desde La Cala al Salto del Agua- y, además, a tener que pagar el transporte escolar, cuya subvención autonómica pende de un hilo para este curso y cuando la mayoría de ellos ahora acude al instituto andando.
El actual sistema de admisión para el acceso a Bachillerato es el principal causante de que estos estudiantes se hayan quedado sin plaza en el mismo instituto en el que han estudiado los cuatro cursos de la ESO. Según Mari Carmen Vidal, madre de uno de los afectados, estos 25 alumnos suspendieron alguna asignatura en junio y, cuando acudieron a matricularse tras aprobarlas en la recuperación de julio, «se encontraron con que todas las plazas habían sido cubiertas, tanto por alumnos de este centro como por otros que habían pedido el cambio».
Los padres critican que los estudiantes con el currículo en el propio centro no tengan ninguna prioridad para poder acceder a las aulas y creen que el cambio de instituto que tendrán que hacer ahora sus hijos «puede acabar afectando a su rendimiento, porque les obliga a cambiar de compañeros, de profesores, etcétera, después de cuatro años, cuando ya conocen su instituto, al personal y tienen hecho su grupo de amigos», indicó Vidal.
Pero la cosa no queda ahí. Porque, además, la portavoz de los afectados destacó que en el caso del IES Mediterrània, el cambio de la ESO a Bachillerato reduce de cuatro a dos el número de aulas, lo que a su juicio impide que el centro pueda abarcar toda la demanda de su propio alumnado. «Hay muchos chavales que dejan de estudiar, pero muchos que quieren continuar y con estos cambios no se lo ponen nada fácil», lamentó.
Ante esta situación, el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Educación que dirige el edil Rubén Martínez (PSOE), se ha unido a la petición de los padres y solicitado a la Conselleria que habilite un grupo mixto adicional de Bachiller en el Mediterrània, que serviría tanto para dar cabida a estos 25 jóvenes como para absorber nuevas matriculaciones o descongestionar los otros dos grupos de Bachiller, donde según los padres la ratio supera los 30 alumnos por aula.
En la petición, además del trastorno que puede generar el cambio de instituto, también recuerdan que el Mediterrània es el IES «más próximo a sus domicilios» y que el número de afectados es «más que suficiente para abrir una nueva aula» en dicho centro.
