Definitivamente, el Ayuntamiento de Altea ha anulado la urbanización que la promotora Monver, de l'Alfàs del Pí, quería construir en uno de los parajes todavía vírgenes de la sierra Bernia, junto al Pinar de Calçes. En el pasado pleno ordinario, se aprobó por unanimidad de los grupos políticos la resolución definitiva del PAI Sierra Alta que Monver presentó en 2001 para construir cerca de 50 viviendas unifamiliares en casi 100.000 metros cuadrados situados junto al Pinar de Calçes y encima de la urbanización Paradiso.

En marzo de 2013 se anuló inicialmente el PAI por el pleno, amparándose en la figura jurídica de «inactividad del promotor» porque desde su aprobación en 2005 «tenía un año para empezar las obras, y porque desde 2007 no ha realizado ninguna gestión, ni siquiera movimiento de tierra alguno», según afirmó la edil de Urbanismo, Carolina Punset. Tras 16 meses de espera, el Ayuntamiento recibió hace pocos días los informes jurídicos preceptivos y vinculantes de Consellería y del Consell Jurídic Consultiu que respaldan la postura del Ayuntamiento y que permitían anular definitivamente el proyecto, «en una zona de alto valor ambiental, y declarada como Lugar de Interés Comunitario (LIC), dentro de una frondosa pinada en lo alto de la Sierra de Bernia», afirmó Punset.

Según la edil de Cipal, esta decisión «no tiene parangón en la comarca, donde a pesar de los excesos del boom del ladrillo, ningún término municipal ha resuelto dar marcha atrás y derogar programas previamente aprobados».

El proyecto de Monver contó con todos los parabienes municipales cuando se aprobó en 2005. Entonces, los terrenos de la Sierra Bernia constaban como urbanizables en el PGOU de 1982, vigente aún en la actualidad. La diferencia de hace 9 años a ahora es que, en este periodo, han ido modificándose puntualmente los planes parciales para intentar recuperar el máximo número de metros cuadrados de la sierra. Y a Monver le ha tocado este cambio de actitud municipal con el territorio.

Punset fue ayer muy clara en esto. Según declaró, desde 2011 «llevamos adoptando una batería de medidas muy amplias que van desde la modificación de todos y cada uno de los planes parciales para limitar los daños de la construcción en zonas de alto valor ecológico, pasando por la revisión del Plan General que está en marcha, y por la aprobación de un Catálogo de Bienes Patrimoniales que nos permitirá proteger los bienes culturales más relevantes del municipio». En esta legislatura, «el equipo de gobierno ha mostrado su determinación y empeño en cambiar el modelo territorial en Altea. Se acabó la época del boom del ladrillo y empieza la época de salvar lo que nos queda y rehabilitar lo que tiene valor y no ha sido arrasado todavía por la construcción», agregó.