Si hay algo en lo que coinciden tanto los vecinos como los empresarios de la noche de Benidorm es que el gran problema del ruido no se encuentra dentro de los locales, sino fuera. Tanto las asociaciones vecinales como las de los negocios de ocio son conscientes de que desde la famosa Ley Antitabaco, los clientes de los pubs salen a fumar y a beber en las calles anexas a los locales nocturnos y eso provoca un murmullo que no deja dormir a mucha gente.

El Ayuntamiento de Benidorm y varios representantes de las asociaciones empresariales de la ciudad se reunieron ayer para estudiar una posible solución a esta problemática. La idea es instalar un aparato digital en las terrazas de los locales de ocio y hoteles que mida el sonido, y en el caso de que sobrepase los decibelios permitidos, la luz de este sonómetro cambiará de verde a rojo, a modo de semáforo.

Además emitirá una señal sonora y un mensaje de silencio en castellano o en inglés para avisar a los usuarios del establecimiento de que tienen que bajar el tono de voz para no molestar a los vecinos. Entre las posibilidades que contemplan está la de conectarse vía wifi con un servidor para hacer gráficos de seguimiento del ruido, o avisar por vía SMS a la central de Policía de que se ha superado el nivel, lo que permitiría una rápida actuación.

De momento, se prevé desarrollar una experiencia piloto instalando uno de estos aparatos en una calle del Casco Antiguo, otro en la zona de pubs de la playa de Levante, en el Rincón de Loix y un último en un hotel. «La suyo es que cada local adquiera su sonómetro -rondan los 400 euros-. En un principio, estamos en la fase de pruebas, y dependiendo de los resultados podríamos llegar a introducirlo en la ordenanza para que su instalación sea igual de obligatoria que la de los limitadores que ya existen», indicó el concejal de Seguridad, Pepe Marcet, que junto al alcalde, Agustín Navarro, y la teniente de alcalde, Gema Amor, mantuvo ayer el encuentro con los empresarios. A la reunión asistieron Antonio Mayor (Hosbec), Rafael Gasent (Aico), Francisco Javier del Castillo (Abreca), Richard Romero (Ociobal), Miguel Sotillos (Aptur) y los empresarios Ramón Román y Rafael Navarro. También estuvo presente el jefe de la Policía Local, Juan Fuertes, y varios técnicos municipales.

La iniciativa es semipionera, ya que hace unos meses se comenzó instalar de manera experimental este tipo de sonómetros en Málaga y Barcelona también estudia su implantación.

La introducción de los primeros en Benidorm, según Marcet, es inminente. Lo primero que harán la semana que viene es reunirse con los técnicos que comercializan estas máquinas para ver qué es lo que precisan.

Los vecinos lo ven ridículo

Por su parte, la portavoz del Consejo Vecinal y presidente de la asociación de vecinos Calvari Nou 2010, Paca Fuster, señaló que le parece una medida «ridícula e ineficaz, que además supone un gasto innecesario». Ademas, Fuster subrayó que «no entendemos que el Ayuntamiento no nos haya convocado para explicarnos esta medida, sabiendo la lucha que estamos haciendo con respecto al tema del ruido. Este Consistorio no nos gobierna, sino que reina sobre Benidorm», reseñó.

Algo menos guerrillero se mostró Richard Romero, presidente de la asociación de locales nocturnos de Benidorm (Ociobal). A Romero esta iniciativa le parece un gesto más «hacia perseguir el binomio entre el descanso y el ocio». El presidente de los locales nocturnos no cree que con este nuevo mecanismo se erradique el problema del ruido, «pero al menos es un paso que también vale para concienciar al ciudadano».

En Málaga, por ahora, poco éxito

Como apuntaron desde el Ayuntamiento, el primer sitio donde se ha implantado este sistema ha sido en Málaga. De momento, allí sólo lo han instalado en dos terrazas y, por ahora, la gente no les hace mucho caso.