El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, busca configurar una nueva ordenanza municipal contra la contaminación acústica de lo más salomónica. El pasado lunes tranquilizaba a las asociaciones de comerciantes asegurándoles que iba a modificar esta normativa para fijar las 00.30 horas como momento de cierre de puertas, cristaleras y ventanas en los locales de ocio durante la época de verano. Una práctica que viene siendo habitual pero que hasta el momento contradecía la ordenanza y las leyes del Consell, que imponen las 10 de la noche como tope.
Ayer tocó el turno de contentar a los vecinos. El primer edil aseguró que en la modificación de esta normativa también se va a estudiar incluir un punto que prohíba que los clientes de los pubs, bares o discotecas puedan sacar la bebida a la calle a altas horas de la noche. Este hecho lo vienen denunciando las asociaciones vecinales del casco antiguo desde hace tiempo. De hecho, siempre han señalado que es el principal problema que tienen para poder descansar, sobre todo desde que se comenzó a aplicar la famosa Ley Antitabaco y la gente ya no puede fumar dentro de estos establecimientos. Según fuentes del Consistorio benidormense, existe una especie de pacto tácito con estos negocios para que no permitan que sus clientes saquen las bebidas a la calle. Las asociaciones vecinales reclaman que esta situación se regule de una manera más precisa por parte del Consistorio.
La portavoz del Consejo Vecinal, Paca Fuster, y la presidenta de la asociación de vecinos del Casco Antiguo, Pepa Orozco, afirman que llevan demandando una medida como la que quiere establecer el alcalde desde hace años. «Que cierren las cristaleras a las 00.30 horas nos da risa. Si se lleva haciendo toda la vida... A nuestros vecinos, lo que realmente les quita el sueño, es que esté toda la gente bebiendo y fumando en la calle hasta las cinco de la madrugada», señala Orozco.
Próxima reunión con vecinos
Ambas representantes vecinales esperan que el primer edil se reúna con ellas en breve, al igual que hizo el pasado lunes con los representantes de la asociación de pubs y discotecas, Ociobal y la de restaurantes, cafeterías y baresm, Abreca. Fuentes municipales afirmaron que este encuentro entre el alcalde y los vecinos de la zona centro podría producirse a lo largo de lo que queda de semana.
Todo este debate en torno a la polémica del ruido se ha disparado después de que el Sindicato de Profesional de la Policía de Benidorm (SPPLB) denunciara ante la Conselleria de Gobernación que en esta localidad había ciertas incongruencias entre lo que se permitía por parte del Ayuntamiento a los establecimientos de ocio y lo que después se ordenaba en las normativas tanto municipales como autonómicas.
