El sindicato policial SPPLB elevó ayer al área de Gobernación y Justicia del Consell una denuncia sobre lo que considera irregularidades en materia del ruido relacionadas con locales de ocio que se están cometiendo, hasta la fecha, en la capital del turismo. Según el sindicato, el culpable de que se genere lo que denominan «estado de confusión»: es «el equipo de gobierno» y no ellos, «como señalaron la semana pasada desde el área de Seguridad Ciudadana», matizan. Uno de los hechos que relatan en la denuncia es el de la «vulneración sistemática» de los horarios de cierre de los locales «que regula la Orden 8/2013 del 11 de diciembre por esta misma Conselleria y un decreto firmado por el propio alcalde de Benidorm, Agustín Navarro». Tanto los pubs, los bares y discotecas superan de manera ilegal, según el sindicato, estos horarios fijados entre media hora y hora y media. «La normativa municipal obliga a instalar limitadores. Todos ellos se programan para el corte de música con los horarios que consideramos ilegales», esgrime el portavoz de la central sindical, Francisco Ángel Gómez, justificando que el Consistorio lo autoriza de manera «velada».

Por otro lado, el SPPLB vuelve a arremeter contra las medidas urgentes propuestas por la Concejalía de Seguridad Ciudadana para paliar los problemas de contaminación acústica, que entraron el miércoles en vigor para verano. Una serie de indicaciones, según el sindicato, «repletas de contradicciones» con respecto a lo que marcan las leyes dictadas por el Gobierno Valenciano y la Ordenanza Municipal número 3 de Protección contra la contaminación acústica. Especial atención dedican a la que tiene que ver con la apertura de puertas, ventanas y cristaleras de todos los establecimientos.

Horarios de cierre

Entre estas medidas express, el Ayuntamiento decretó que puertas y ventanas se cerraran a las 00.30 horas, mientras que tanto el Consell como la propia ordenanza municipal antes citada fijaba la hora a las 22. «Ya en 2010, desde el área de Seguridad, se autorizó que determinados establecimientos de ocio pudieran cerrar puertas, cristaleras y ventanas a medianoche. En ese momento también se erraba, pero ahora además suman media hora. Entonces... ¿en qué beneficia esta nueva norma a un mayor equilibrio entre ocio y descanso?», aseguraba ayer Sebastián Orias, miembro del SPPLB.

El objetivo del sindicato es que la Conselleria obligue al Ayuntamiento a que se cumpla con las ordenanzas municipales y con lo que compete a Valencia. «Estas incongruencias crean conflictos entre los policías a la hora de actuar, ya que ciertas normativas no se ajustan a la realidad. Desde SPPLB animamos a todos los agentes a que cumplan con lo legalmente establecido, poniendo a su disposición los abogados de la central sindical para defenderlos ante arbitrariedades», subrayan.

Por su parte, el portavoz del gobierno local y edil de Seguridad Ciudadana en funciones, Conrado Hernández, denunció que, con su campaña, el SPPLB «ataca a la ciudad y está poniendo en grave peligro la continuidad de miles de puestos de trabajo y el modelo de ocio». En Benidorm, según Hernández, todo el mundo vive del turismo y todos los gobiernos municipales, empezando por Vicente Pérez Devesa y siguiendo por Manuel Pérez Fenoll y Agustín Navarro lo han tenido claro y han sabido aplicar con «flexibilidad y compromiso» la normativa sobre ruidos y convivencia, «que siempre ha sido la misma».

Hernández dice que «el ejecutivo local cumple con la Ley, como también la cumplieron los anteriores gobiernos, pero es extraño que quienes ahora nos critican jamás alzaran la voz contra nuestros antecesores. ¿Dónde estaban entonces?»