La bendición del comité ejecutivo del PSPV para que los actuales alcaldes socialistas sean candidatos a las municipales de 2015 sin consultar a la militancia abrió ayer un nuevo melón en las cuitas internas de los socialistas valencianos en pleno proceso congresual y a menos de un año para las próximas elecciones. El epicentro desde el que se extendió la disputa fue Benidorm, donde el secretario de Relaciones Institucionales y número 3 de Ximo Puig, José Manuel Orengo, confirmó que el alcalde de la ciudad, Agustín Navarro, será el cabeza de lista en la capital del turismo y, como él, también el resto de regidores de los municipios de la Comunidad con ayuntamientos socialistas, entre ellos, Alcoy, Mislata, Villarreal, l'Alfàs del Pi, Xàbia, etc., si quieren continuar.

La designación automática y a dedo de los alcaldables provocó inmediatamente un terremoto entre buena parte de la militancia que aboga por nuevos tiempos dentro del partido, siguiendo la estela aprobada por el comité federal el pasado enero para impulsar procesos de primarias en todos los municipios para elegir cabezas de lista, así como la teoría de «un militante, un voto» que el propio partido ha aplicado a la hora de elegir a su nuevo secretario federal para relevar a Rubalcaba el próximo 13 de julio.

El encargado de trasladar el malestar de este amplio sector fue, ni más ni menos, que el secretario provincial, David Cerdán, que tildó la decisión de la dirección del PSPV de «imposición» y fruto del «viejo aparato valencianista que sigue sin entender el momento de renovación que estamos viviendo». Pese a reconocer de «sentido común» la prevalencia de los alcaldes como candidatos del partido, Cerdán consideró un ninguneo a las bases que Ximo Puig haya «ungido a dedo» a los candidatos «a la manera de hacer las cosas propia del PP». «No dudo de que si Vicente Arques -l'Alfàs del Pi-, Agustín Navarro -Benidorm- o Toni Francés -Alcoy- quieren ser candidatos, estén legitimados, pero lo más sensato hubiera sido consultar primero a las agrupaciones locales, incluso para que estos alcaldes salieran aún más reforzados», manifestó el también portavoz del PSOE en la Diputación. «Estamos en un proceso de cambios y hay que ser prudentes, pero el aparato ha vuelto a ser más aparato que nunca y ha hecho este anuncio en un momento en el que no tocaba», dijo Cerdán, quien avanzó que la ejecutiva provincial trasladará una queja formal a la nacional porque tampoco había sido consultada ni informada previamente de este anuncio.

«Sería un golpe de Estado»En el lado opuesto, el número

3 de Ximo Puig y exalcalde de Gandia, José Manuel Orengo, defendió en Benidorm que abrir un proceso de primarias en los municipios donde gobierna el PSOE sería «un golpe de Estado contra nuestros propios alcaldes». A su juicio, en estos pueblos «no se puede plantear quién es el mejor candidato, porque indudablemente no habrá nadie mejor que quien está gobernando». Por ello, tanto Orengo como otras fuentes de la dirección del partido y el propio Ximo Puig indicaron ayer que el PSPV sólo realizará consultas en los municipios en los que estén en oposición y que se plantean, incluso, defender en Ferraz que estos procesos no se limiten sólo a los militantes, sino que puedan tener carácter abierto en las grandes ciudades, como Valencia o Alicante.

Ahora bien, el número 3 de Puig anunció que allí donde no haya un amplio consenso en torno a un alcaldable, «se hará un estudio más exhaustivo de todas las opciones para elegir al mejor posible».

Por su parte, el alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, quien avanzó el domingo a este diario que sería el candidato, destacó que «en ciudades grandes donde tenemos alcaldías era necesario trazar ya esta hoja de ruta» para «reforzarnos» de cara a 2015. En el acto no participó el secretario local, Rubén Martínez, quien si estuvo en una reunión previa. Éste dijo no oponerse a que Navarro sea candidato, pero sí se mostró a favor de primarias y apoyó lo manifestado por David Cerdán.