Verano y escuela siguen siendo compatibles en Benidorm. El colegio Aitana abrió ayer sus puertas un año más para dar la bienvenida a los niños que comienzan la Escuela de Verano. Ésta se impartirá hasta el 29 de agosto y está organizada por la agrupación de AMPAs y el Ayuntamiento de Benidorm. Eso sí, este verano las clases estarán más llenas que nunca. En los tres meses que dura, se ha superado el número de alumnos con respecto a años anteriores. La última semana de junio albergará a 30 alumnos, un 50% más que el año pasado, comentó la presidenta de la federación de AMPAs, Isabel Arredondo. En julio y agosto también sobrepasarán las espectativas, con 130 alumnos y alrededor de 100 respectivamente, un 30% más que el año pasado.

Uno de los principales motivos por los que ha crecido el número de alumnos es que este año, a diferencia de los anteriores, el Ayuntamiento ha creado una beca para costear la matrícula de los niños de las familias más desfavorecidas, tanto de la escuela como la del comedor, que subvencionará la Conselleria de Bienestar Social. El criterio para acceder a ella es que la renta por unidad familiar no supere los 5.000 euros, explicó el edil de Educación, Rubén Martínez. El concejal apuntó que los benefactores serán 64 niños de los 70 alumnos que tenían como máximo en el Consistorio, por lo que todos los que cumplían con el criterio de renta habrán obtenido la beca.

Rubén Martínez argumentó que seguramente si no hubiera sido por estas becas, a estos niños les habría sido muy difícil apuntarse a la escuela, cuya matrícula para un mes cuesta 120 euros a los asociados a las AMPAs y 135 a los no asociados, mientras que para 15 días es de 65 y 70 euros, respectivamente.

Sin embargo, esta ayuda tiene en vilo al edil de Educación, puesto que la Conselleria de Bienestar Social no resolverá si aprueba esta beca hasta el 20 de julio. «Si nos dicen que no nos dan el dinero, tendremos que sufragarla nosotros, pero no podíamos esperar y decirle a los niños que empezaran la escuela a finales de mes», lamenta.

Con la inmersión de los 64 niños, la escuela se convierte en un nuevo lugar donde los escolares comparten espacio sin barreras, donde poder disfrutar del ocio y el aprendizaje a través del juego. Los alumnos se entretendrán de 9 a 14 horas, una hora más para los niños con comedor, de todas las instalaciones del colegio, donde practicarán deporte, o pasarán el tiempo con talleres de habilidades sociales, manualidades y expresión corporal. Además, tendrán excursiones cada 15 días y acudirán al Polideportivo de Foietes para pasar la mañana en la piscina o dar una «masterclass» de baile al aire libre.

La escuela también cuenta con un aula totalmente gratuita para seis niños con necesidades específicas, que recibirán clases de Educación Especial.