De nacionalidad rumana, empadronados mayoritariamente fuera de Benidorm y un elevado número de los cuales sufre algún tipo de discapacidad física visible. Este es el perfil de casi una de cada dos personas que piden limosna en las calles de la ciudad turística y que ejercen la mendicidad como víctimas o miembros de una organización criminal dedicada a la explotación de seres humanos. Así lo advierte un exhaustivo informe elaborado por el departamento de Servicios Sociales, según el cual el 42,22 por ciento de los mendigos que hay en Benidorm realizan esta actividad obligados de una manera u otra por una mafia.

Las conclusiones de este informe fueron dadas ayer a conocer por el concejal de Seguridad Ciudadana, José Marcet, el impulsor de la ordenanza «antimendigos» aprobada por el gobierno local y cuya aplicación ha permitido, como ya avanzó el domingo este diario, trasladar a la Fiscalía una denuncia sobre cómo actúan en Benidorm este tipo de mafias. «Los datos hablan por sí solos y sólo con que este trabajo sirva para ponérselo difícil a quienes trafican con personas, nos damos por satisfechos», manifestó.

Tres perfiles bien diferenciados

Efectivamente, los datos del informe hablan por sí solos. De las 90 personas analizadas a raíz de los partes de la Policía Local, las intervenciones de los trabajadores sociales municipales y el trabajo conjunto de ambos departamentos, los Servicios Sociales apuntan a que el 27,78 por ciento de las personas que ejercen la mendicidad en Benidorm lo hacen debido a que se encuentran en una situación de exclusión social, sin apoyo familiar, sin vivienda ni ingresos y que ha de ejercer la mendicidad para subsistir. De ellos, al menos un 16% tiene problemas de drogadicción o alcoholismo y otro 16% padece alguna discapacidad, de los que un 8% tienen diagnosticada una enfermedad mental.

El segundo grupo, y contra el que la Policía Local pretende intensificar su vigilancia, corresponde al de personas que piden en las calles bajo la influencia de un grupo organizado, y que representan el 42,22% del total de casos analizados. En este apartado, los Servicios Sociales han detectado que el cien por cien son de origen rumano, el 26,32% padece una discapacidad física visible -todos ellos hombres- y que, al menos el 47,37% no está empadronado en Benidorm. Dentro de este último porcentaje, los trabajadores sociales hacen especial mención a que el 18,42% figura empadronada en Callosa d'en Sarrià. Además, en todos los casos analizados se da la coincidencia de que llevan cartones escritos en rotulador negro con la misma letra; en ellos indicaban que tenían un número elevado de hijos, cuya cifra y edades después no sabían concretar en las entrevistas; y que todos rechazaron la ayuda prestada por los Servicios Sociales. Por último, el informe también apunta que se sitúan en puntos estratégicos de Benidorm, como las avenidas del Derramador, Mediterráneo, el Paseo de la Carretera y otras calles del centro, las de mayor afluencia de residentes y turistas.

El tercer grupo, con una representatividad del 14,4%, son las personas que ejercen la mendicidad como «profesión», es decir, que tienen vivienda, cubren sus necesidades de alimentación e higiene con el dinero que obtienen en la calle, y piden en unos puntos fijos y en un horario establecido. Por último, el informe apunta a que hay un 15,6% de mendigos cuyo perfil no se ha podido determinar.

Comité de seguridad

Tras dar a conocer los principales datos del informe, José Marcet lamentó que, pese al importante trabajo realizado por los agentes y los trabajadores sociales, «las competencias de la Policía Local son las que son y no podemos llegar a más». Por eso, avanzó que para el próximo viernes se ha convocado un comité local de seguridad, en el que tienen presencia también la Policía Nacional, la Autonómica y la Guardia Civil, para pedir su colaboración en la lucha contra estas mafias, que aunque trabajan en la ciudad, no están radicadas en el municipio. «Nosotros no podemos ir más allá de nuestro término pero tampoco podemos permitir que este trabajo caiga en saco roto», dijo.