El Sindicato Profesional de la Policía Local y Bomberos (SPPLB) comarcal de la Marina Baixa denunció ayer, a través de un comunicado, una de las medidas que ha tomado el alcalde de Callosa d'en Sarrià, Batiste Saval, con el cuerpo municipal de seguridad: ordenar las patrullas unipersonales.

El sindicato considera un retraso que el alcalde haya eliminado las patrullas en pareja, «cuando es obvio que pone en grave riesgo a los agentes que las realizan, aún mas por la noche, limitando la eficacia y efectividad». Para el SPPLB, «en cualquier delito o cualquier intervención policial que necesite una respuesta adecuada (pelea multitudinaria, actos vandálicos, botellón, intervención ante grupos, accidentes graves en carretera, robos, hurtos, violencia de género, etc.) se produciría o bien un alargado retraso en la intervención, o un riesgo innecesario en la integridad de los agentes.» Como apunte, indican que «las patrullas unipersonales han desaparecido en todos los municipios. También en los cuerpos de la Policía Nacional y en la Guardia Civil, ni tan siquiera para funciones de tráfico por los problemas y riesgos que conllevan».

Según el SPPLB, este tipo de patrullas en solitario y en puestos fijos, no han sido impuestas con fines de aumentar la seguridad, como trata de argumentar el alcalde. «Su único objetivo es castigar al colectivo». Este periódico publicaba hace dos semanas que que la plantilla de la Policía Local de Callosa consideraba ésta y otras muchas medidas, una «revancha» por negarse a firmar la bolsa de refuerzo anual que aceptaban desde hace años. Un rechazo motivado, según fuentes policiales, por no estar de acuerdo con las condiciones que el alcalde quería imponer «a la plantilla de Policía que menos cobra de la provincia» y por el retraso en el pago del último servicio de refuerzo pactado, el de las fiestas de Moros y Cristianos del pasado octubre, que han cobrado en abril.

Por todas estas cuestiones, el Sindicato Profesional advirtió de que cualquier daño que sufriera algún miembro del colectivo de la Policía Local de Callosa, «será responsabilidad directa del que dictó las órdenes -el alcalde-». Además, precisaron que ha comenzado a llevar a cabo acciones legales y judiciales contra el Consistorio callosino.

Para el SPPLB, se trata de una actitud «humillante y denigrante» de cara a sus compañeros, y «caciquil» por parte del alcalde.