El Plan Especial de Protección y Conservación de la Ciudad Histórica de Villajoyosa aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos a comienzos de año está levantando ampollas. Los vecinos, en bloque, se están movilizando a través de la Asociación Vecinal del Casco Antiguo alarmados ante ciertas decisiones incluidas en lo que consideran un plan mal redactado sobre el que apenas se ha dejado margen de tiempo para su estudio, divulgación y redacción de alegaciones. Por ese motivo, en la asamblea celebrada en la tarde del sábado, los vecinos aprobaron por unanimidad pedir a todos los grupos políticos con representación municipal suspender de forma temporal el plan para poder informar del mismo a todos los afectados.
La situación, según explicó ayer el presidente del colectivo, Toni Rubio, es «grave». En el documento no sólo se especifican cuestiones ornamentales, sino que se pone en peligro la permanencia de algunas casas que han sido rehabilitadas por sus propietarios con todos los parabienes y licencias oportunas de un Ayuntamiento que ahora planea su derribo.
Según informó el representante vecinal, las actuaciones más drásticas del plan están en la calle Pal, donde se proyecta la desaparición de hasta 9 casas ubicadas debajo de lo que para unos es muralla y para otros muro de contención. También, para dar acceso en mitad de la calle a la de Sant Pere, el plan prevé igualmente demoler otras cuatro casas para construir en su lugar dos. «Estamos hablando -explicó Rubio- de viviendas que incluso en algún caso han sido compradas recientemente por turistas extranjeros que han invertido en ellas para rehabilitarlas con el pertinente visto bueno y licencia municipal».
Los problemas del plan no están solo en la desaparición total de inmuebles que llevan un siglo en el casco antiguo. También incluye demoliciones parciales de otras y cuestiones anecdóticas pero contradictorias en tiempos en los que se habla de la eficiencia energética. En este sentido, se estipula por ejemplo la obligatoriedad a los vecinos de comprar secadoras eléctricas si carecen de patios, dado que se prohibe tender ropa en fachadas visibles.
Tras la aprobación del plan éste ha permanecido en exposición pública 30 días (mínimo que exige la ley), tiempo ampliado a petición vecinal otros 15 días para dejar más margen a los propietarios para revisar sus «fichas». Y es que cada edificio tiene una especificando sus características que, en algunos casos, según indican desde la asociación, no se corresponden con la realidad.
Las fichas pueden verse en las dependencias de Urbanismo con la supervisión de un técnico, según informó ayer el presidente de la asociación del Casco Antiguo. Añadió también que es imposible, legalmente, solicitar una aplicación del plazo de alegaciones, motivo por el cual se determinó en la asamblea vecinal -a la que asistió más de medio centenar de personas- la suspensión temporal del Plan de Protección por parte de los grupos políticos.
Cabe recordar que no sería la primera vez que un plan especial de protección del Nucleo Histórico de La Vila se paraliza. Ya en 2007, cuando gobernaba una coalición de cuatro partidos, se suspendió el primero puesto sobre la mesa, también con los votos a favor de toda la Corporación.
La petición formal de suspensión del plan será registrada esta semana. Los vecinos también remitirán sus quejas al Sindic de Greuges y a la Conselleria de Patrimonio.
