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Alicante crea la mesa del ruido y Dénia y Calp abogan por las zonas acústicas saturadas

El Ayuntamiento de Benidorm y los locales de ocio pactan retirar las mesas de la calle a partir de las doce de la noche y no sacar bebidas al exterior

Clientes de pubs en las terrazas y un control de medición de ruido en un establecimiento de Alicante. david revenga

La múltiples quejas vecinales de la zona centro, el Barrio y, ahora, del Muelle de Levante por el ruido procedente de locales de ocio llevó el pasado de año al Ayuntamiento de Alicante a crear la mesa del ruido. De este órgano forman parte vecinos, comerciantes, la Asociación de Locales de Ocio y el Ayuntamiento, que hacen un seguimiento del problema y adoptan medidas para conciliar el ocio y el descanso. Ahora, pubs o establecimientos tienen que tener placas donde se detallan los horarios de apertura y cierre, así como el tipo de actividad para facilitar la información al ciudadano. Paralelamente, según fuentes municipales, desde el Ayuntamiento se han reforzado las inspecciones o mediciones de ruido. Estas se realizan sábados y domingos, y otros días alternativos entre semana, aparte de las actuaciones por denuncias vecinales. Al margen de ello, la normativa exige la instalación de doble puerta, la certificación de limitación sonora y tener cerradas puertas y ventanas. En el casco antiguo, el plan especial fija una distancia de 50 metros entre locales para evitar la saturación.

En el centro histórico de Benidorm -donde algunos pubs han abogado por el «tardeo»- también se han disparado las denuncias vecinales. Recientemente, el Ayuntamiento, empresarios y una asociación de estudiantes han iniciado una campaña para reducir las molestias y el Consistorio y los locales han acordado no tener mesas en la calle a partir de las doce de la noche ni dejar sacar bebidas al exterior.

Por su parte, Dénia aprobó en 2013 su plan de acción contra la contaminación acústica, que estará vigente cinco años. Varias calles del casco urbano, de la playa de les Marines y del puerto están a un paso de la declaración de ZAS (Zona Acústicamente Saturada). Los locales de ocio nocturno han tomado medidas para que en la calle el ruido no supere los 30 decibelios permitidos. Pero los vecinos siguen en pie de guerra al no poder pegar ojo por las noches. Mientras, en Calp, han bajado las quejas. Eso después de tomar medidas restrictivas. En enero de 2012, el Ayuntamiento declaró ZAS las vías donde están las discotecas y pubs de la playa de la Fossa. Un juzgado de Alicante dio la razón a los vecinos, que denunciaron la inactividad del Consistorio en la lucha contra el ruido. Para cumplir la sentencia, el Ayuntamiento durante un año no dio licencias para abrir nuevos locales, cerró estas calles al tráfico por las noches y obligó a partir de medianoche a desmontar las terrazas.

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