La falta de lluvias en la Marina Baixa, que no registraba una situación de sequía tan grave desde 1893, está teniendo efectos muy perjudiciales para la producción del níspero, el principal cultivo de la comarca y sustento de buena parte de las economías de poblaciones como Callosa d'en Sarrià, Bolulla, Tárbena, Polop, Benifato, Orcheta, Guadalest, Beniardá, Benimantell o Altea, entre otras. Así lo atestiguaron ayer fuentes de la Cooperativa agraria de Callosa, que se ha visto obligada a rebajar enormemente las previsiones de producción para esta campaña y está detectando mayores dificultades que otros años para la comercialización del fruto.
La sequía ha provocado una reducción considerable del calibre del níspero, lo que ha traído aparejado un importante descenso de kilos en la cosecha. De hecho, al inicio de la campaña, la Cooperativa callosina preveía que, si no se producía ningún fenómeno adverso, como el granizo o el viento de 2013, la cosecha de este año pudiera alcanzar fácilmente las 16 o 16,5 toneladas. Sin embargo, en mitad del periodo de recolección, el ingeniero Esteban Soler avanzó ayer que, «en el mejor de los casos, acabaremos llegando a las 12 toneladas», lo que supone una gran reducción respecto al pasado año. Entonces, el volumen total de fruta gestionada desde esta cooperativa llegó a las 15. Y ello, a pesar de que los agricultores vieron echarse a perder millones de kilos dañados principalmente por la piedra.
El segundo efecto que está provocando la falta de lluvias, aparejado a la reducción del calibre del níspero, es el descenso que se ha tenido que practicar en los precios de salida de la fruta al mercado, según confirmó Esteban Soler. Y lo mismo atestiguaron otros agricultores consultados, que señalaron que, al ser de mucho menor tamaño, el precio de la fruta ha de rebajarse porque, «lamentablemente, la gente compra por la vista y cuanto más pequeño es el níspero menos dinero están dispuestos a pagar por él».
Aunque las fuentes consultadas no pudieron concretar cómo se cuantificará económicamente esta rebaja, los datos de años anteriores ya muestran la caída en picado que han registrado los ingresos de los productores. Las liquidaciones al socio de la Cooperativa agrícola de Callosa d'en Sarria han pasado de 1,23 euros por kilogramo en 2008 a 0,88 ?/Kg en 2013, cuando los nísperos que no fueron rajados por el granizo fueron de mayor calibre que los que se están recogiendo en esta temporada.
Más concentración de azúcar
La cara de la moneda para los agricultores es que el fruto, al ser de menos volumen, tiene una mayor concentración de azúcar que permite compensar el ácido. Esto ha hecho que, en lo que respecta al sabor, la cosecha de 2014 esté siendo «una de las mejores de los últimos años», según el ingeniero de la Cooperativa. Por eso, animaron a los consumidores a seguir comprando nísperos, afirmando que la fruta de esta temporada está siendo «buenísima de comer», según Soler.
Disponibilidad de mano de obra
Por lo que respecta a la marcha de la campaña de recolección, que se prolongará casi con toda probabilidad hasta finales de este mes, desde la Cooperativa indicaron que la maduración del fruto ha venido tarde y «un poco amontonada para el labrador», algo que se compensa con la gran disponibilidad de mano de obra para trabajar este año en el campo como temporeros debido al desempleo en otros sectores.
Como ejemplo, basta destacar que la agricultura creó en abril 163 empleos en la Marina Baixa, que aglutina más del 50% de la producción nacional de níspero, y que poblaciones como Callosa vieron reducido su índice de paro en 218 personas con respecto al mes anterior.
