El fuego acaparó ayer todo el protagonismo en la noche de Benidorm. Saltó del Rincón de Loix al Centro y, de allí, hasta el barrio de Els Tolls, en un ritual con el que los falleros de la ciudad pusieron fin a cuatro intensos días de fiesta en calles y casales. Con el ritual de la Cremà, los falleros de las tres comisiones redujeron a cenizas el ejercicio de 2014, en el que la falla más veterana, Benidorm-Centro, se alzó de nuevo con el primer premio al mejor monumento fallero y la del Rincón de Loix obtuvo el favor de la crítica.

La noche de la Cremà fue el broche a una jornada repleta de actos con la que las Fallas festejaron su día grande, el de San José, que es el patrón de estas celebraciones. La jornada se inició de buena mañana con despertás y desayunos en los tres distritos. Horas después, y ya ataviados con sus mejores galas, los falleros desfilaron en pasacalles hasta las tres parroquias, San Jaime, Santa María del Mar y el Buen Pastor, en las que cada comisión celebra todos los años año sendas misas en recuerdo del santo que apadrina las Fallas. Aquí culminó la parte más religiosa de la jornada para dar paso al primer episodio de fuego, que los festeros llevaban días esperando.

Pasadas las dos de la tarde, tuvieron lugar las mascletás falleras, que se iniciaron en la plaza de la Hispanidad con la que encendió la fallera mayor infantil de Benidorm-Centro, Laura Pascual, y que congregó a muchísimo público para seguir en directo el estallido de pólvora y petardos. A continuación, hicieron lo propio en la falla Els Tolls, cuyas falleras infantil y mayor son Noemí y Alicia Alcántara, y a las que acompañaron las falleras mayores de la Junta Local, Aitana Ballester e Irene Torres. Por su parte, la comisión del Rincón de Loix no tuvo este año mascletà, por lo que su máximas representantes, Arianne Peñaranda y Noemí Gordillo, tuvieron que esperar a la noche para prender la mecha de sus monumentos.

Por la tarde, pasadas las 18 horas, los falleros participaron en un multicolor desfile de carrozas, que se inició en el Rincón y recorrió ante numeroso público la avenida del Mediterráneo hasta llegar al centro urbano. No faltaron caramelos y confeti, que hicieron las delicias de niños y no tan niños.

De arte a cenizas

Tras reponer fuerzas en los distintos casales, a las 23 horas, llegó otro de los momentos más esperados de la jornada, la Nit de la Cremà. Ésta se inició de manera simultánea en los tres distritos reduciendo a cenizas las fallas infantiles, donde saltaron las primeras y tradicionales lágrimas en los ojos de los festeros más jóvenes y, principalmente, en las niñas que este año representan a cada uno de los distritos.

Una hora después, llegó el turno de los monumentos mayores en la falla del Rincón de Loix, que fue la primera en arder y cuyas llamas iluminaron por unos minutos la noche de Benidorm. Tras ella, Benidorm-Centro y Els Tolls tenían previsto coger el relevo para alargar esta noche mágica más allá de la una de la madrugada. Al cierre de esta edición, la noche de la Cremà continuaba con el horario previsto en el programa sin que hasta ese momento se hubiera producido ningún incidente destacado.